Hace una década se vivía en el ámbito televisivo el auge de los housitos, personajes extremadamente inteligentes, con respuestas witty y la capacidad de alejar a todos a su alrededor, pero siendo requeridos gracias a su genialidad. Doctor House fue el show que comenzó la moda, pasando por Psych y The Mentalist hasta llegar a Elementary, el más bajo denominador del subgénero del procedural. El pináculo fue Sherlock de BBC, una especie de tercera oportunidad para sus productores (el creador de Coupling y un guionista de Doctor Who) luego de ansiar libertad en producciones de otros en BBC y haber logrado con éxito modesto una adaptación de Jekyll. El regalo de Sherlock son sus dos protagonistas: Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, cada uno sería encasillado hasta el cansancio en sus personalidades de dicho serial.
Cumberbatch es el tipo frío y grosero, más que House, pero siempre la persona más lista en el cuarto. Freeman, un simplón de gran corazón y con destellos de gallardía. El último tiene su propia saga millonaria, The Hobbit y el primer está teniendo por fin su gran momento y de la mano de una Marvel renovada: Doctor Strange.
¿Es Strange más de lo mismo? Ciertamente es el mismo arco de Iron Man (2008) pero el twist es un bienvenido cambio visual en la paleta de colores y efectos dentro de la casa de las ideas. Siendo honesto, Civil War tenía menos propuesta visual que Mr. Robot o incluso una serie mediana como Suits y desde Iron Man 2 no había una propuesta en cinematografía de super heroes. Hay que recordar que todo el cine de Zack Snyder sigue mamando de sus ideas visuales vía 300 y Sucker Punch. Strange se basa en la idea del prisma y el caleidoscopio, además de tomarse en serio el arte de pesadilla de su cocreador Steve Ditko. ¡En serio! Vean sus primeros dibujos de Spider-Man y son algo ligeramente alejados de los trazos bonachones de Jack Kirby. ¿Copia el director Scott Derrickson a Inception? No realmente ¿Qué es copiar? La propuesta visual de Strange es refrescantemente original para una saga que cumple ya catorce ediciones.
Por momentos parece que Doctor Strange es una película unitaria producida por Disney al estilo de Piratas del Caribe, con fantasía, viajes en el mundo y una aventura que acapara la última media hora. Solamente hay dos referencias a Los Vengadores y el momento todo-está-conectado es guardado hasta el mero final de la película.
En resumen, le va a gustar hasta a quien deteste los super héroes. Incluso yo fui al cine con alguien omitiendo el pequeño detalle de que es una producción de Marvel. Y me creyó hasta ver la torre de Los Vengadores (nos perdimos la secuencia de entrada).
Bocadillo: Netflix tiene una joya escondida, se llama Billions y tiene de estelares al protagonista de la trompita que salía en Homeland y a Paul Giamatti en un drama acerca de las autoridades gringas contra los billonarios de Wall Street. Televisión que debes de ver.
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