El conflicto en la empresa familiar / Enredos financieros - LJA Aguascalientes
25/04/2025

Estimado lector, dejaremos a un lado los problemas económicos y financieros actuales, que, en lugar de mejorar, cada día están empeorando y el panorama se ve más negro que la tormenta de un huracán categoría 5, para hablar de un reto muy importante en la empresa familiar: el manejo del conflicto entre los socios familiares o la familia y el negocio.

El conflicto empresarial está vigente en todo tipo de negocio, pero se llega a recrudecer en la empresa familiar, debido a los vínculos afectivos que se tienen, y porque no decirlo, por las emociones que en toda familia están presentes por la historia que se tiene en la misma familia.

La empresa familiar tiene diversos conflictos, los que tienen que ver precisamente con la empresa y su desarrollo casi nunca tienen forma de entramparse en su resolución, sino todo lo contrario, los involucrados se ponen a trabajar en la solución para que lo más pronto posible se puedan resolver las cosas.

Pero, cuando el conflicto se da por cuestiones que afectan la parte emocional de la familia empresaria, es cuando se dificulta de forma importante la resolución de dicho problema.

¿Cuáles son los problemas principales a los que se puede enfrentar la empresa familiar?

Primero es la lucha interna por el poder. Los familiares que están trabajando en la empresa, con roles definidos, quieren hacerse de más poder con el objetivo de obtener beneficios que les lleve a tener mejores prestaciones, dinero, viajes o prestigio que los demás integrantes de la familia. O bien, quiere beneficiar de forma importante a esa rama familiar. Cuando se enfrenta a este conflicto la empresa familiar, y ya se ha dejado avanzar porque los demás integrantes no quieren “problemas”, es difícil llegar a una solución adecuada del mismo, ya que esa persona que ha deseado obtener más poder, desafortunadamente para esos momentos ya lo ha obtenido.

Segundo problema importante es la situación en la que la empresa ha crecido lo suficiente como para que se tengan que delegar en terceras personas no parte de la familia tanto trabajos como responsabilidades y se cree que nadie como la familia para hacer el trabajo, para lograr lo que se tiene que hacer, y no sólo eso, sino que se tiene que estar en la empresa, aun cuando no se haga nada. En este momento es esencial que se empiece a institucionalizar la empresa, que se contrate personal de primera, para que esta transición sea tersa y no se encuentre después la misma empresa con problemas porque el personal que se quiere tener no sea de primera, se escatime, o bien, sea sumamente “manejable” y “dócil”.

Tercer problema importante es la sucesión. La empresa se desea que quede en manos de la familia, pero en ocasiones, no hay un sucesor familiar claro o que tenga los requerimientos que la empresa necesite, y se busca por sobre todo, que ese familiar o bien el primogénito sea el sucesor aunque tenga otras aspiraciones o no esté calificado para el puesto. Aquí es vital que se comprenda que es mejor tener la permanencia de la empresa que poner a alguien que ponga en riesgo la misma.

Cuarta, es el problema de la remuneración efectiva. Hay empresas familiares que pagan muy bien a sus familiares para que puedan pagar todas sus necesidades y caprichos y también es cierto que hay otras que mal pagan a los familiares, porque “al cabo son socios y van por las utilidades” y nunca ven las utilidades. Lo ideal en este punto es tener los sueldos y salarios a precios de mercado de acuerdo a las responsabilidades, objetivos y KPI que la empresa designe para el puesto y se le pague en consecuencia. Si el familiar no se siente satisfecho con ese trato, bien puede ir a buscar otra alternativa donde se le pague lo suficiente.


Quinta, los problemas añejos entre familiares que van a afectando la empresa. Se ha visto que este tipo de problemas es el más complicado, son problemas que se vienen arrastrando de infancia, de adolescencia. Son rencores no superados, malas percepciones sobre situaciones vividas, o mayores halagos por parte del padre o la madre hacia uno de ellos que hace que los otros tengan corajes, envidias y sobre todo, deseo de ver fracasar al otro. Aquí, indudablemente es necesario el proceso de terapia familiar, y en algunos casos, hasta de psicólogo.

Estos son algunos de los problemas que enfrenta la empresa familiar, espero que si te encuentras en ese caso, y no puedes por sí solo salir de este embrollo, pidas ayuda profesional, que ese, es otro de los graves problemas de la empresa familiar; no pedir ayuda cuando se necesita.
finanzasmodernas@gmail.com


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