- Andar por la ciudad resulta una hazaña muy complicada, dijo Paredes Albor
- Quedó en quinto lugar en los Paralímpicos de Río de Janeiro en tenis de mesa
- Desconoció por qué los atletas paralímpicos mexicanos sean más exitosos que los atletas convencionales
La atleta aguascalentense María Paredes Albor quien participó en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 en la disciplina de tenis de mesa femenil donde obtuvo el quinto lugar, confirmó que para las personas con discapacidad sigue siendo un problema poderse mover a través de la ciudad.
Al ser cuestionada sobre la movilidad que ofrece la ciudad para las personas con discapacidad en Aguascalientes, Paredes Albor indicó que puede resultar una hazaña muy complicada la tarea de moverse por la ciudad y por todo México en general.
Sin embargo, los discapacitados, según la deportista, se aferran y luchan con coraje para sortear los obstáculos que los limitan día a día, “buscamos siempre la salida y como cruzar ese obstáculo y es la diferencia que tenemos que pasar todos los días”.
Por otro lado, desconoció cuál es la clave del éxito del deporte paralímpico mexicano que ha logrado posicionarse entre las mejores naciones en los medalleros a diferencia de los deportistas sin discapacidades.
Señaló que todos los deportistas, convencionales y discapacitados, tienen el sueño de triunfar en sus disciplinas, “no demerito el trabajo de mis compañeros, al contrario, trabajan igual que nosotros, sin embargo, el resultado siempre es diferente, pero el trabajo no dudo que sea el mismo empeño: dedicación, horas de trabajo y el mismo sueño a cumplir”.
Para lograr el quinto lugar en los Paralímpicos de Río, Paredes Albor comentó que se sometió a un trabajo muy duro desde el eliminatorio en Toronto, Canadá, lugar en el que obtuvo dos medallas de oro en su especialidad. Posteriormente continuó con el trabajo para llegar a Río de Janeiro por lo que entrenó seis horas en mesa diariamente y realizó más acondicionamiento físico, nutrición y apoyo multidisciplinario.
Paredes Albor quedó en quinto lugar al posicionarse tras las competidoras chinas que quedaron en primero y segundo lugar, la jordana en tercero y la sueca en cuarto.
La aguascalentense contrajo poliomielitis a los seis meses de edad lo cual derivó en que por años tuviera que usar aparatos ortopédicos para ambas piernas, sin embargo, tras 16 años practicando el tenis de mesa, sólo utiliza estos aparatos en una sola pierna.