Las fuentes para obtener recursos por parte de los Ayuntamientos en México son muy limitadas incluso para la mayoría de los municipios se concentran, básicamente, en el cobro del impuesto predial y en los derechos de agua que son las principales fuentes de contribución local en el marco recaudatorio de los municipios. Estas sirven como referente para la distribución de las participaciones del Fondo de Fomento Municipal (FFM).
No obstante, la recaudación de predial en México se ha estancado desde hace años en el 0.2 % del PIB, muy por debajo de nuestros socios comerciales. Estados Unidos recauda aproximadamente de 3.5 % del PIB, mientras que Argentina el 2 %.
En el caso de Aguascalientes, la capital administrativa y económica soporta la recaudación del predial, no todos los municipios realizan el mismo esfuerzo para mejorar su recaudación, y aún en algunos de ellos hay un rezago importante, tanto en el padrón catastral, el método de valoración, tasas heterogéneas y modelos recaudatorios primitivos e ineficientes.
Hay muchos municipios que no cobran el impuesto predial, le adjudican costo fiscal, prefieren ser “limosneros fiscales”, esto es un grave error porque el verdadero costo político, se da cuando no se asume la corresponsabilidad fiscal y se depende totalmente de los gobiernos estatales.
Existen algunas propuestas, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República para que los municipios cobren predial por los bienes de dominio público que actualmente se encuentran exentos del cobro.
En la actualidad, ante la astringencia de recursos debido a un entorno internacional complicado por el bajo precio del petróleo y por la limitada capacidad para obtener recursos por parte de las autoridades municipales, es necesario elevar la calidad y eficiencia del gasto público, con un enfoque basado en resultados y haciéndolo cada vez más incluyente.
Aquí como menciona el maestro Noé García, es necesario que los nuevos alcaldes establezcan gobiernos municipales sensibles, abiertos y eficientes.
El presupuesto participativo constituye un canal para la participación directa de la sociedad en el control, la aplicación, seguimiento y vigilancia de los recursos que provienen de nuestros impuestos. Es sin lugar a dudas una oportunidad valiosa para darle viabilidad y cauce a los intereses de la ciudadanía en la planeación del desarrollo de los municipios.
Mediante este ejercicio se fortalece la ciudadanía empoderándola y entregándole las herramientas para que puedan tomar decisiones de importancia para la sociedad de Aguascalientes. Mediante el establecimiento de un espacio formal, legal y administrativo que permite la participación de los ciudadanos en la definición de algunas áreas del presupuesto comunal, lo que implica nuevos modelos de relacionamiento y de rendición de cuentas.
La Participación Ciudadana busca profundizar, mediante instrumentos y herramientas novedosas y efectivas, la participación de los ciudadanos. Las iniciativas surgen en un contexto de diálogos permanentes, derivados de dirigentes vecinales que proponen al presidente municipal que no sólo el municipio decida sobre los recursos, sino la sociedad a partir de sus experiencias y problemáticas.
Una vez definido lo anterior sería interesante que los diputados locales se pusieran las pilas y dieran un espacio formal a este mecanismo en la Ley de Participación Ciudadana del Estado de Aguascalientes y que los Cabildos establecieran un porcentaje mínimo del presupuesto anual de los municipios que se aplicaría mediante este esquema. Así, no resta más que agradecer al maestro Noé Gómez el que haya puesto sobre la mesa la discusión y consideración de un tema tan importante para la consolidación de nuestra democracia.