- Se anuncian dos marchas para el sábado 10 de septiembre
- El matrimonio de las personas del mismo sexo, no es un tema de debate, es un tema resuelto en el país por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) exhorta a que las dos marchas que se realizarán mañana 10 de septiembre -una dirigida por el Frente Nacional por la Familia y la otra organizada por grupos a favor de la tolerancia y el respeto a la diversidad sexual- se manifiesten con respeto a pesar de su perspectiva ideológica.
Además, se informó que la CEDH y la Primer Visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) integrará grupos de observación para que las marchas se desarrollen dentro del marco de la ley y del respeto.
Se debe considerar que la comunidad LGBTTTI, como minoría, ha sido objeto de una discriminación social e histórica importante, y la tendencia de una sociedad democrática respetuosa de los Derechos Humanos debe orientarse hacia el respeto y la tolerancia de todas las personas con independencia de sus preferencias sexuales, establecida así por la Constitución.
Además, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha establecido en jurisprudencia firme que impedir el matrimonio de las personas del mismo sexo e incluso atribuirle la procreación como objeto al matrimonio, es inconstitucional y atenta contra los derechos de las personas.
En un plano de legalidad, el matrimonio de las personas del mismo sexo, no es un tema de debate, es un tema resuelto en el país por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en jurisprudencia firme y obligatoria.
Por lo tanto, se reitera la invitación tanto a los participantes de ambas marchas como a la sociedad en general para que en el ejercicio de su libertad de expresión, cuiden no tomar el rumbo de propiciar la discriminación ya sea hacia los propios manifestantes como hacia las personas de la comunidad LGBTTTI.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948 prescribe que el comportamiento respetuoso con los otros, y en ese sentido deberíamos orientar nuestros esfuerzos en rechazar acciones que lastiman tan gravemente a nuestra sociedad como la violencia familiar, escolar o social; las violaciones, la pederastia, las desapariciones forzadas de personas, el oscurantismo, la propia homofobia que cobra vidas, entre otras acciones.