- Como cada año el Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA) inauguró la Feria del Libro, con poca publicidad, logística dudosa y miles de goteras.
Tal parece que los recortes presupuestales por el término de sexenio afectaron también a la Feria del Libro este año pues, a diferencia de las anteriores, poco se ha escuchado en la radio o visto en la televisión sin dejar de mencionar que en su página de Facebook no se puede acceder al programa de actividades, por lo tanto algunos lectores perdimos la oportunidad de escuchar a Javier Sicilia.
La noticia en los periódicos no fue la inauguración de la 47 Feria del Libro sino la controversial charla del activista social y escritor Javier Sicilia, quien con su estilo particular habló sobre la realidad de la política mexicana en un recinto donde probablemente no esperaban que su tertulia tuviera dicho carácter libre y controversial.
Digamos que, con el paso de los años, la Feria del Libro del ICA ya no puede más llevarse a cabo en Casa de Cultura, el espacio con los stands, las mesas, vendedores, participantes y visitantes es ya insuficiente y si a eso le agregamos que Carranza se convirtió en una calle restaurantera, el estacionamiento, para quienes no habitan en el primer cuadro de la ciudad, es escaso.
Para ver a detalle las estanterías y revisar los libros que ahí se venden uno tiene que pedir permiso al vendedor, al que pasa por detrás y tal como sucedió el fin de semana pasado, cuidarse de las goteras para no mojar lo que ya se ha comprado.
Naturalmente mientras más pequeño el espacio más visitantes se ven, pero es sumamente incómodo el no poder tener la libertad de movimiento y búsqueda ante tanto apretujadero. Los años en que se realizaba en el Museo Descubre se veía un poco desolada debido al espacio sin embargo, ahora hay un mayor número de lectores y seudointelectuales que aprovechan la Feria para poder surtirse o farolear un poco la amplitud es lo ideal.
En algunas instituciones educativas se hacen esfuerzos mayúsculos para que los alumnos lean algo más de lo escrito pésimamente en las redes sociales y exigen a sus alumnos el leer en español e inglés por lo menos un libro al semestre, eso, a los largo de la educación secundaria y preparatoria logra que quienes estaban inclinados por la literatura se conviertan en lectores principiantes para, en un futuro ser lectores promedio es decir, de esos que leen por lo menos 4 libros al año, según señalan las estadísticas.
Cómo atraer lectores es la pregunta que necesitamos responder para darle un giro a la insípida Feria del Libro y llegar a lo que la FIL es en Guadalajara.
Ahora que estrenamos el Macro Espacio Para la Cultura y las Artes pensaríamos que dicho recinto podría también ser utilizado para la Feria del Libro de los próximos años, para que los libreros tengan un espacio digno donde ofertar sus productos y los lectores podamos, plácidamente, recorrer la Feria completa cómodamente, claro, quitando el veto de que sólo artistas extranjeros pueden presentar su obra ahí.
Agradecemos que en la Feria del Libro el ICA presente libros de avecindados y de aquicalitenses, sin embargo, el traer escritores reconocidos hace que haya más visitantes de la región, cada año vemos a los mismos presentar libros, haciendo lecturas, talleres, por ello es importante brincar a las grandes ligas para que pueda crecer.
El concepto de la Feria del Libro es muy contradictorio, por una parte se apoya a los escritores nuevos o no tan reconocidos pero por otra, está entre las sombras y los escritores consolidados no exponen más que en la inauguración. Aquí podemos ver la tendencia artística de nuestros gobernantes, la música y la plástica, dejando de lado la literatura y los 47 años que tiene ya la tradición de la Feria del Libro.
Hay lectores en Aguascalientes interesados en la literatura mexicana e hispanoamericana que estarían gustosos de asistir a más de una charla de un autor reconocido y, en consecuencia se quedaría a escuchar las presentaciones editoriales de quienes con mucho esfuerzo están luchando por hacer una carrera literaria.
Nuestro estado necesita pasar de una Feria del Libro de pueblo a una de la talla de las Calaveras o la San Marqueña ¿es difícil crear o educar lectores? Todo depende de la destreza o el interés de cada individuo y de la sociedad en general, más sin inversión en literatura pocos lectores verdaderamente asiduos pasaran el medio de 4 libros anuales.
La variedad de escritura es tal que fácilmente podemos incluir a todas las ciencias y todos los gustos en las tertulias y talleres literarios. Los escritores que inician su carrera pueden hacer ejercicios con niños y jóvenes donde vivan la literatura, desde recrear un capítulo de una novela, escribir un nuevo final o bien hacer un cineminuto.
Para tener una Feria Libro equiparable con la Feria de las Calaveras y la Nacional de San Marcos no sólo se necesita que los aguascalentenses lean sino que los administrativos del ICA, así como los jefes de gobierno decidan también invertir en literatura, abrir una nueva oportunidad para Aguascalientes y los estados circunvecinos, con el fin de tener una derrama económica mayor durante la decena de días que participamos del evento literario.
En la actualidad, el problema no es el crear lectores sino el acercar la literatura a ellos, el encontrar las dinámicas y los espacios para fomentar la lectura y la escritura creativa. Un pueblo culto puede dirigir sus pasos más rápidamente al progreso y a la riqueza, tal como lo vemos en Finlandia y los países donde invierten en su población.
Esperemos que el próximo año con presupuesto nuevo y tal vez nueva dirección, la 48 Feria del Libro no esté tan mojada y ocupe un lugar preponderante en la lista de eventos estatales para que, cada vez cobre un mayor auge y los ciudadanos amantes de las presentaciones de libros y la literatura podamos con regocijo disfrutarla.
Por lo pronto, este 2016 si asiste a la Feria del Libro y el día pinta que lloverá no olvide su paraguas para que pueda deambular por los patios de la Casa de la Cultura.
Laus Deo