La privilegiada cercanía que tiene con Lorena Martínez Rodríguez, le permitió a Roberto Padilla Márquez operar en el muy rentable mundo de la negociación política, tanto con partidos extraños, como con sus correligionarios. En el primer caso, construyó la vapuleada coalición del PRI con sus ardillas amaestradas del Panal, PVEM y PT; en el segundo, para imponer a sus incondicionales en candidaturas que resultaron funestas para la abanderada tricolor a gobernadora.
Los mejores ejemplos se dieron con la inexplicable nominación del priista Gilberto Rodríguez Domínguez, a la Presidencia Municipal de Jesús María, que sucumbió feamente ante el panista Noé Mata Atilano; y la colocación de su esposa, Citlalli Rodríguez González, al Distrito IX electoral, donde la jovencita panista Norma Isabel Zamora Rodríguez, derrotó a la veterana priista.
Los deplorables números en Jesús María confirmaron que Arturo Piña Alvarado debió ser el candidato a alcalde, como lo pedía la base roja de aquel municipio; los propios azules reconocían que era el rival más fuerte, el enemigo a vencer, pero Padilla Márquez presionó a Piña Alvarado para que aceptara la candidatura a diputado en el Distrito VII, sin el respaldo de la coalición del PRI-Panal-PVEM-PT construida por Roberto.
En el tema de la elección para diputada en Distrito IX, el voto diferenciado llamó poderosamente la atención: mientras la panista Zamora Rodríguez le ganó a la priista Rodríguez González por escasísimos 84 sufragios, que representaron el 0.33 por ciento de separación entre las contendientes, Martín Orozco Sandoval derrotó a Martínez Rodríguez por ¡770! votos, que significaron el 3.20% de distancia entre él y ella. La numeralia permite deducir que Citlalli resultó notoriamente más popular que Lorena, sin descartarse que la primera abandonara la campaña de la segunda en esa demarcación electoral.
Citlalli Rodríguez González, diputada electa plurinominal, llegará al Congreso del Estado por segunda ocasión. De su actuación en la LXI Legislatura, escribí en el texto Los Mangos del Mango’s, publicado en El Heraldo de Aguascalientes (14/08/11), que hoy cito en algunas de sus partes:
Al Mango’s Female Club llegaron esa noche de viernes las infiltradas de la Dirección de Reglamentos del municipio de Aguascalientes, para conocer en vivo y a todo color lo que ocurría en ese lugar. Pagaron los billetes de entrada. Se acomodaron en la mesa asignada. Les ofrecieron platitos pa’ la baba. Mirujiaron de arriba para abajo, de izquierda a derecha. Platicaron de la visual inspección. Admiraron los estómagos de lavadero que mucho se parecen a los sinuosos muebles de concreto instalados de sus viviendas. Después del taco de ojo. Las orejitas municipales chismearon. Pasaron el fidedigno reporte. “Ni más ni menos de lo encontrado”.
La superioridad revisó la licencia. Verificó las observaciones de Protección Civil, por aquello de las salidas de emergencias para cualquier eventualidad, principalmente en el caso de un incendio, porque en esos lugares el calentamiento global suele alcanzar altísimas temperaturas. Y tomó la decisión de clausurar el local el 22 de julio, argumentando que el establecimiento estaba haciendo pingüe negocio con un giro distinto al autorizado por la Presidencia Municipal.
La iluminación se apagó. El hielo seco se congeló. La cámara de humo se fundió. La cama se tendió. El vestuario se colgó en el ropero. Los cuerpos atléticos desaparecieron. Las hormonas se tranquilizaron. Las decepcionadas parroquianas enfilaron hacia la puerta de los sustos. Salieron del antro entonando el infaltable uleeerooosss, “bien ganado en esta ocasión”, dijo la gordita de los lentes empañados por la interminable emoción.
En un asunto de damas, exclusivo para damas, obviamente las únicas autorizadas a debatir el tema, son las damas:
La alcaldesa Lorena Martínez, en entrevista banquetera (01/08/11), se pronunció por la no autorización del lugar, “puesto que hay para estos giros una zona de tolerancia, desde donde se pueden hacer todo tipo de actividades”.
Por su parte, la diputada Citlalli Rodríguez González criticó el “escándalo” surgido por la apertura del centro nocturno, cuestionó la clausura de éste templo del bien mirar para las damitas, y apeló a la igualdad: “Aguascalientes cuenta con una zona de tolerancia con un número indeterminado de lugares para la diversión del sexo masculino y el único que existía para el sexo femenino tuvo que ser condenado, infernal el tema, cuando en países desarrollados es tan natural que los hombres y mujeres compartan la misma capacidad de diversión y los mismos derechos…” (Página 24, 01/08/11).
El revire de la autoridad llegó más pronto que el Ferrari rojo: “Definitivamente, durante el presente trienio no se permitirá la apertura de table dance o locales dedicados a los espectáculos de strippers, pues la ley no lo permite, y el ayuntamiento no violará ni éste ni ningún otro ordenamiento, tronó la presidenta municipal de Aguascalientes, Lorena Martínez Rodríguez”, quien “de manera directa pidió a la presidenta de la Comisión de Equidad de Género del Congreso del Estado, Citlalli Rodríguez, que si desea que se permita la apertura de este tipo de lugares, promueva una iniciativa mediante la cual los mismos sean legales” (Página 24, 05/08/11).
Una cuatacha sincerota, muy dada “al vamos a ser prácticos”, hizo a un lado la taza de café. Prendió el cigarrillo mentolado. Le dio el primer golpe. Miró fijamente mis ojos tapatíos. Y propuso convencida: “Una zona de tolerancia Sólo para Mujeres. Donde pueden estar esos negocios de feliz esparcimiento femenino. Bien organizadita. Muy chic, de primer mundo. Saludable para los nervios y los ojos de las asistentes”.
Porque alguien tiene que desmentir: Edilberto Aldán es el oculto redactor de La Purísima… Grilla. Para nadie es un secreto. Así se ha reconocido en estas jornaleras páginas.
El miércoles pasado, en esa calidad, el laureado cuentista regaló a los lectores una pieza más de su inagotable imaginación, al adjudicarme comentarios que nunca hice y expresiones que no entendió, por lo ofuscado que se encontraba en ese momento. Mintió a sus lectores fieles: yo encabezo la lista, por supuesto.
Efectivamente, vía telefónica, el martes de la semana reciente, hablé con Aldán, en su calidad de director editorial de La Jornada Aguascalientes, para intercambiar puntos de vista de mi colaboración enviada a su correo a temprana hora; y aproveché el momento -porque no estaba listado en los asuntos a tratar-, para mostrarle el desacuerdo con su ventajoso proceder en La Impurísma, hacia mis textos.
Desmenuzar el contenido real, exacto y puntual de la plática, no lo haré por respeto a la privacidad de ambas partes. Las confesiones se quedan en el confesionario.
Me parece una falta de respeto también, que el director editorial haga pública su agenda de conversadores sin la autorización de los interlocutores, como es mi caso, el de un colaborador externo que le llamó para un asunto interno del diario.
La credibilidad y confianza son como la virginidad, sólo se pierden una vez.
No volveré a tropezar con la misma piedra indiscreta. Lo juro por el Osito Bimbo.