Las últimas noticias de cómo van las campañas en los Estados Unidos no son nada alentadoras para los demócratas. Las agencias encuestadoras dicen que el margen de Hillary Clinton sobre de Donald Trump se ha cerrado y ya no llega al 1%. Algo que para México es una pésima noticia, en virtud de las amenazas de Trump para nuestro país, principalmente en el sentido de que construirá un muro y lo hará confiscando las remesas que nos envían los mexicanos que han ido a trabajar a ese país. Y siendo las remesas el segundo lugar en importancia en los ingresos del exterior para el país, esto nos causaría problemas muy serios.
También ha amenazado con renunciar al TLCAN -el Tratado de Libre Comercio- que se firmó con Estados Unidos y Canadá, aduciendo que México ha aprovechado dicho tratado para quitar empleos a los norteamericanos, y que las empresas estadounidenses prefieren cambiar sus empresas a nuestro país, y ello provoca desempleo en ese país. Lo que no toma en cuenta es que lo anterior se debe a que la mano de obra es más calificada en México que allá, y aquí sí se trabaja, y allá están viendo cómo trabajar cada vez menos.
Otra de sus amenazas es que al llegar a la presidencia deportará a casi doce millones de migrantes que se encuentran sin regularizar su situación, y muchos de ellos tienen decenas de años que llegaron a Estados Unidos y ya formaron familias completas; a pesar de eso, esa es una real amenaza.
Todo lo anterior en un clima de odio y xenofobia que ha alimentado y ha logrado calar en el ánimo de los anglo sajones, argumentando que esta elección es la última oportunidad de los “blancos” para poder seguir siendo los que tienen la hegemonía en el país vecino. ¡Una verdadera barbaridad! Lo delicado es al ver como las minorías votan por uno u otro partido sin tomar en cuenta lo que dice Trump. Lo que sí es cierto es que las minorías son las que más están creciendo en ese país, sin embargo se encuentran integradas a la sociedad y a su sistema.
Desafortunadamente el discurso de este desequilibrado está permeando en la sociedad norteamericana, y lo que era una pesadilla si llegaba”, desafortunadamente ahora se comienza a materializar, con la posibilidad de su triunfo en las urnas, y con ello el riesgo para nuestro país de que lleve a cabo sus amenazas.
El precio del dólar en nuestro país se ha fortalecido contra el peso y se menciona que la devaluación está, de alguna manera, ligada al aumento de posibilidades de triunfo de Trump. Se comenta que cada vez que éste se fortalece, nuestro peso se debilita. Y así nos tendrán hasta el 8 de noviembre, día en el que sabremos quién será el próximo presidente de los Estados Unidos. El deseo unánime de los mexicanos es ¡que no gane!