Investiga Derechos Humanos tortura policiaca en Calvillo

• En caso de confirmarse la denuncia, la CEDHA denunciará administrativa y penalmente a los responsables
• La corporación calvillense acumula cuatro quejas ante Derechos Humanos en el transcurso del año

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Aguascalientes (CEDHA) inició una investigación, de oficio, con motivo de un caso de tortura a manos de la Policía Municipal de Calvillo. La denuncia, hecha pública en redes sociales, acusa a elementos de dicha corporación de lesionar a palazos a una persona identificada como delincuente reincidente.

El ombudsman, Eduardo Martín Jáuregui, señaló que la narración de hechos compartida por los familiares apunta a un hecho de tortura sin límites, con el objeto de humillarlo públicamente, sin embargo, este acto no se encuentra permitido independientemente de los antecedentes del agredido: “La Corte Interamericana de los Derechos Humanos señala que la tortura que se practica es no solamente con la finalidad de obtener la confesión de un procesado, sino como venganza, castigo o prepotencia (…), en este caso se trata de una actuación que posiblemente no tenga consecuencias físicas, la lesión tarde no más de quince días en sanar, pero por la forma y lugar en donde lo golpearon -en el trasero- nos habla de que intentaron ponerlo en una situación de ridículo”.

En caso de confirmarse, la CEDHA emitirá una recomendación a la presidencia municipal de Calvillo y a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), responsable del Mando Único, para que proceda administrativa y penalmente contra los responsables. Las primeras versiones hablan de siete policías que presenciaron la agresión, entre ellos un mando.

Por la mañana, el titular de la SSPE, Eduardo Bahena Pineda, aseguró que el sujeto ha sido detenido en varias ocasiones por robo y distribución de narcóticos: “Es delicado que se justifique una actitud de violencia aunque se trate de una persona que haya incurrido en faltas (…), no fue una respuesta de violencia ante la violencia que haya ejercido otra persona y en cuyo caso el uso de la fuerza se encuentra regulado. Aquí se trató de darle un escarmiento público, lo que es intolerable e injustificable”, refirió Martín Jáuregui.

Los trabajadores de la Policía deben documentarse a efecto de no repetir estas actitudes: “El desconocimiento de la legislación mexicana, de la legislación constitucional y de los conceptos de convencionalidad, los cuales México está obligado a respetar causaron este incidente (…); pero bajo ningún concepto se justifica la tortura, al grado de que cualquier prueba que se obtenga por medio de la tortura no puede alegarse o presentarse en un juicio”.

El presidente de la CEDHA confió en que la autoridad policiaca no entorpezca la mencionada investigación, como suele ocurrir al ocultar, retrasar o distorsionar información; en ocasiones, las corporaciones demoran hasta un año en rendir los informes periciales solicitados.

Este es la cuarta denuncia presentada, en lo que va del año, en contra del cuerpo de seguridad calvillense. El 29 de abril se dictó una medida cautelar y se responsabilizó al alcalde por la seguridad de víctimas de movilización forzada que fueron molestados por los uniformados.

Entre las medidas propuestas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, destacan la aplicación de protocolo de Estambul y la aplicación de exámenes sicológicos a los policías.