En la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, se sostienen como evidentes las siguientes aseveraciones: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Seis factores clave siguen representando la mayor parte de las diferencias entre los países más y menos felices: el ingreso per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida saludable, la libertad auto percibida al tomar decisiones de vida, la corrupción y la generosidad.
La felicidad se puede aumentar simplemente cambiando las formas en que las personas trabajan y viven juntos, sin imponer nuevas demandas sobre los escasos recursos. Por ejemplo, hacer algo por los demás por lo general aumenta la felicidad tanto del donante como del receptor. En las Islas Fiji, el 83% de sus habitantes están satisfechos con su vida, conjugando en su cotidianidad tareas vividas en colectivo, como pescar, cocinar, comer, cantar y bailar.
En México, la mitad de la felicidad manifestada corresponde a “otros motivos” distintos a los que se estipulan como fuente asociada a ella; son muy reducidos los valores asignados a su generosidad, baja corrupción y libertad para la toma de decisiones. Tampoco se caracterizan los mexicanos por tener altos ingresos, una vida larga y saludable o un gran soporte social.
La idea central del bienestar auto reportado parte de que los indicadores objetivos no bastan para una adecuada y completa evaluación de la calidad de vida, por lo que es necesario acompañarlos de información sobre la experiencia de vida de los individuos. A final de cuentas, todo aumento en la calidad de vida, si es real, debe reflejarse también en una mejor experiencia de vida.
Aguascalientes, tiene un bienestar auto reportado de 77/100 con lo que se ubica en el lugar 26/32 entidades, cuando el promedio nacional asciende a 79.5 teniendo la Ciudad de México el valor máximo con 84 y el mínimo en Oaxaca con 75.
Semaforizando al vecindario, con ocho ítems auto-reportados, Aguascalientes tiene cinco en rojo y tres en ámbar. Jalisco, cuatro en rojo tres en ámbar y uno en verde; Zacatecas, vale decirlo y habría que analizarlo, pero tiene cinco en verde sólo dos en ámbar y uno en rojo (insatisfacción con la seguridad ciudadana).
Fuente: elaboración propia con datos del Biare en México aplicado por el Inegi para el 5 Foro Internacional de la OCDE en Guadalajara 2015
La lectura para Aguascalientes sería la siguiente:
- Si bien sentimos tener un propósito y una misión en la vida
- Al sentirnos abrumados por los problemas y obligaciones personales
- Aunado a la insatisfacción por la inseguridad ciudadana
- Experimentamos poca alegría y satisfacción
- De hecho, se ha venido propiciando un desbalance afectivo
- Que tiene que ver con una falta de balance entre la vida y el trabajo
- El bienestar auto reportado es de los más bajos del país
- Se ha propiciado una alta insatisfacción con el nivel de vida
- Y una baja satisfacción con la vida en particular
Observación de lo general a lo particular entre Estados seleccionados
(Lugar nacional)
Concepto | Aguascalientes | Jalisco | Zacatecas |
Es una persona feliz | 30 | 29 | 13 |
Satisfacción con la vida familiar | 31 | 32 | 1 |
Satisfacción con la vida social | 29 | 21 | 8 |
Satisfacción con el país | 18 | 12 | 3 |
Fuente: elaboración propia con datos del Biare en México aplicado por el Inegi para el 5 Foro Internacional de la OCDE en Guadalajara 2015
Una lectura importante sobre el resto de los indicadores es que en Aguascalientes estamos más satisfechos con la vida del país que con nuestra propia vida social; una reprobada vida familiar nos está haciendo infelices al grado de presentar, junto con Jalisco, los últimos lugares entre los mexicanos.
Lo interesante es que nuestra vecina Zacatecas tiene una apreciación básicamente contraria; su vida familiar se encuentra en primer lugar nacional y su satisfacción con el país en tercero, habría que ver los argumentos pero esto parece darle los bríos suficientes para presentar una vida social de las mejores y apreciarse (pese a otros indicadores, como el de la inseguridad) como personas felices.
Habría que ir a Zacatecas a que nos vendieran la receta; pero todo apunta a que tenemos por ejemplo, que preservar la vida familiar; encontrar soluciones para tener un mejor transporte colectivo que permita traslados más cortos y seguros; avanzar en la agenda de la responsabilidad cívica, social y ambiental; maneras propicias para comprometernos más unos con otros y recuperar la confianza en los demás.