- Fernando Herrera rechaza cualquier posibilidad de abrogar la Reforma Educativa
- Lamentable, legitimar el uso de la violencia para llegar a las mesas de diálogo
- Sólo falta que le devuelvan a la CNTE el IEEPO y la compra-venta de plazas
El gobierno no sólo ha cometido el error de legitimar la violencia como medio para llegar a la mesa de negociación, sino que se ha mostrado incapaz e impotente al dejar el destino de miles de niños en manos de la CNTE, afirmó el coordinador de los senadores panistas Fernando Herrera Ávila.
Indicó que es una obligación del estado garantizar la educación básica, pero -mencionó- los hechos indican que el gobierno está acorralado y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación le dicta no sólo los tiempos sino también los modos.
Herrera Ávila recordó que el 1 de julio el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, advirtió a la CNTE que se les había acabado el tiempo, aunque para Herrera Ávila, lo que se acabó fue la credibilidad y la fuerza del gobierno, tanto que nadie puede asegurar que mañana lunes se pueda iniciar el ciclo escolar en cuatro estados del país: “Han pasado 52 días y parece que el tiempo no se acabó, sino que se detuvo porque todo sigue igual para los niños y la población, mientras los detenidos de la CNTE ya están libres y los faltistas perdonados”.
Herrera Ávila dijo que el gobierno le ha concedido la impunidad a la CNTE y ahora sólo falta que le devuelvan el Ieepo (Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca) y las carretadas de dinero que tenían, que renten y vendan plazas de maestros o que sustituyan los libros de texto por sus propios libros.
Subrayó que Acción Nacional rechaza cualquier posibilidad de abrogar la Reforma Educativa y sostiene que el diálogo no está peleado con la aplicación de la ley. Además, la aplicación de la ley no está peleada con el respeto a los derechos humanos.
La crisis de la educación en México es tan grave, comentó, que “evaluar el desempeño de los maestros es indispensable. La educación es la base de todo progreso espiritual y material y no podemos seguir ocupando los últimos lugares en todas las pruebas internacionales”.