Cinco reflexiones para la izquierda rumbo al 2018 - LJA Aguascalientes
24/04/2025

 

Estamos a casi un año de iniciar el proceso electoral presidencial y, como cada seis años, es la oportunidad para luchar por una nación, más justa, igualitaria y que garantice los derechos establecidos en nuestra constitución. Vemos como pasamos la llamada etapa de la transición de los gobiernos priistas y lo único que se consolidó fue la violencia y la brecha de desigualdad que hizo regresar al PRI a los pinos.

Lo anterior por múltiples aspectos, pero principalmente detecto dos, el primero es la coincidencia de los partidos con una tendencia de derecha principalmente el PRI y el PAN, para impedir a toda costa la llegada de un proyecto claramente distinto a sus históricos intereses, lo vimos en 1988, en 2006 y en 2012; por otra parte también contribuye la constante e histórica división de las izquierdas mexicanas, que solo por cuestiones coyunturales de vez en vez coincide, pero que actualmente parecen más distantes que nunca.

Por lo que desarrollaré cinco reflexiones.

Primero, debemos plantear que la izquierda electoral en los hechos parece diluirse, si bien en sus marcos estatutarios tres partidos (PRD, PT, MC y Morena) podrían considerase en el espectro ideológico de izquierda, en los hechos demuestran lo contrario. Como ejemplos están el ferviente impulso del catastrófico Pacto por México y el apasionado impulso de las alianzas con el PAN por parte del PRD; en el caso del PT, vemos como en algunas elecciones impulsa alianzas con el PAN y en otras sin tapujos, ni recatos con el PRI; en el caso de MC, verticalidad de su organización y constantes acuerdos con los poderes estatales los tiene cada vez más maniatados a los intereses regionales; y el caso de Morena, su indefinición en la defensa de los derechos de las minorías sexuales y discusión sobre la legalización de ciertas drogas hace que no termine por consolidarse como una verdadera opción de izquierda.

Segundo, tenemos que destacar que la izquierda electoral tiene más de 12 años sin un verdadero proyecto alternativo de Nación, un proyecto integral que puntualmente se diferencie de las opciones que ya tuvieron la oportunidad de gobernar México. Hoy el hambre por los resultados electorales han provocado el solo interés de los partidos por impulsar una agenda coyuntural que para la situación que vive el país es demasiado corta. Lamentablemente se carece de un documento ampliamente reflexionado, debatido y trabajado por los sectores progresistas e ideológicamente comprometidos, que engloba de una manera estructural, los principales pilares que el país tiene que impulsar para poder generar mejores condiciones al pueblo de México.

Tercero, gran parte de la izquierda mexicana no está integrada a un partido, la verdadera izquierda en el país se manifiesta en diversos movimientos reivindicativos, pero sobre todo reactivos, que se manifiestan sobretodo de forma sectorial o territorial, donde la mayoría de las veces carecen de la visión integral, incluyente y estratégica que los podría poner en posición de influir o integrar a incidencia electoral, aunque algunos de sus miembros o líderes en ocasiones ocupan cargos o candidaturas.

Cuarto, Los partidos están convertidos en aparatos políticos profesionales, burocráticos y patrimonialistas, presentes en las instituciones donde pagan y ausentes de la lucha social donde no pagan. Preocupados por obtener pragmáticos resultados coyunturales que se traducen en recursos y canonjías, además de utilizar el discurso de los movimientos sociales, tratando de obtener simpatías y como mera homilía como remordimiento de su despego ideológico.

Quinto, la utilización de las figuras morales como meros “aguajes” de votos a desgastados las figuras mismas y hoy pudiera pensarse que se carece de ellas, mas lo que ocurre es que las burocracias partidistas por su insaciable apetito porcentual, los expone a innumerables desgastes mediáticos, ahí está Cárdenas y Ebrard, dos figuras con proyectos y reales expectativas de alcanzar la presidencia, pero el caso más emblemático es López Obrador, que al igual que los dos anteriores, si a la nomenclatura de los partidos les conviene, son los principales encargados de atacarlos; y que se contribuye a que los grupos de poder y la oligarquía mediática y empresariales les atemorice más cierto carácter intransigente de Adres Manuel que las prudentes propuestas económicos, sociales y políticas de su visión de gobierno, trabajado por años por diversos especialistas en las distintas áreas.


Finalmente la gran parte de políticos y teóricos coinciden que la izquierda tiene tres dimensiones; la psicosocial, que es un pensamiento, una actitud, una preocupación o una forma de vida; la política, que se materializa en un proyecto o programa que refleja una posición dentro del espectro político; y la social que se expone en la organización de los individuos para luchar por sus derechos ya sean individuales o colectivos. Si en verdad se tiene la disposición por establecer un proyecto de nación distinto con una visión social, la izquierda mexicana tiene que dejar de pensar en alianzas electorales coyunturales, intereses políticos personales y comenzar a trabajar en todos los niveles en estas tres dimensiones para poder llegar unidos y comprometidos a la contienda del 2018.

honoerato@hotmail.com | @noeg2

 


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