- El deporte es un fenómeno cultural compuesto por elementos políticos, sociales e incluso religioso, por lo cual debe reconocerse como un medio para la transmisión de valores de una nación.
- México requiere mayor organización y mejorar sus relaciones con otras instituciones para mejorar resultados e impulsar vocaciones deportivas: Juan Villoro
Durante su visita en la UAA, Juan Villoro impartió la conferencia magistral Esplendor en la hierba. Héroes, villanos, públicos y cronistas del fútbol a estudiantes de Comunicación Organizacional, Comunicación e Información, y público asistente, en la que destacó que el periodismo debe abordar el deporte desde diferentes perspectivas, como la antropología o la sociología, reconocerle como un fenómeno cultural compuesto por elementos políticos, sociales e incluso religioso, por lo que el reto de los comunicadores que deseen dedicarse a esta área requieren establecer conexiones entre los diferentes ámbitos de la realidad para ofrecer información de valor a la sociedad.
Para obtener mejores resultados, atraer mayores talentos y mejorar el deporte mexicano es necesario concebirlo como parte de la cultura y elemento indispensable para la transmisión de valores de una nación, lo cual sólo es posible a través de la educación en todos sus niveles, en especial la de carácter público; comentó durante rueda de prensa el escritor y periodista Juan Villoro, quien impartió una conferencia magistral en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Juan Villoro explicó que México requiere mayor organización y mejorar sus relaciones con otras instituciones, como el Comité Olímpico Internacional, para impulsar a los talentosos deportistas con los que cuenta, pero en especial necesita concebir al deporte como una parte sustancial de su identidad cultural, para que de esta forma se transmitan valores para reconocerle como una actividad suficientemente gratificante.
Al respecto indicó que algunos deportistas mexicanos, después de obtener primeros lugares en competencias internacionales, como los juegos olímpicos, se transforman en funcionarios o buscan puestos de elección popular, y aunque algunos pueden tener aspiraciones políticas válidas, también demuestra una visión particular en la cual el deporte es insuficiente o instrumental, por lo cual destacó el papel de la educación, en especial la pública.
En este tenor, Villoro apuntó que en los últimos años se ha cuestionado si las instituciones educativas deben presentar mayores filtros para una selección más exigente de estudiantes, sin embargo, señaló que la formación debe ampliarse a la mayor parte de la población para impulsar la creatividad y fortalecer la comunidad artística y cultural con la que cuenta México; con lo que destacó el papel que juega la educación pública para la promoción del deporte como un elemento sustancial de la identidad de una nación.
Sin embargo, también externó que actualmente existe una desconfianza en la política institucional, lo cual plantea un escenario de mayores tensiones, debido a que no se presenta algún proyecto político que parezca ofrecer alguna alternativa; aunque también enfatizó que es necesario reconocer toda la riqueza con la que cuenta México, como sus tradiciones, su cultura, artesanías y sus científicos, por ejemplo Mario Molina, quien ha destacado por ser Premio Nobel y además colaborar en proyectos de la actual administración de Barack Obama. El periodista comentó sobre los malos resultados de la delegación mexicana en Río de Janeiro, que no debería ser una sorpresa pues cada cuatro años el país se decepciona sin embargo, a veces se abusa de las críticas.
Dijo que se debe tomar en cuenta el enorme esfuerzo que realizan los atletas que participan en esta justa deportiva, “paradójicamente cuando finalmente alguien gana una medalla nos enteramos de todas las privaciones y esfuerzo por los que ha pasado esa persona para llegar al podio”.
El problema, agregó, no está en los atletas individuales sino en la organización del deporte, “en esta ocasión llega la Conade peleada con el Comité Olímpico Internacional, sancionada por la Federación Internacional de Natación y en pleito con el propio Comité Olímpico Mexicano”.
Añadió que es muy grave también que en México no se considere al deporte como parte de la cultura y de la transmisión de valores; en España por ejemplo, se considera que la práctica del deporte tiene que ver con una formación cultural integral con lo que ese país europeo ha logrado convertirse en una potencia en deportes como el automovilismo, el tenis o el básquetbol pese a que hace apenas 50 años ese país estaba en una peor situación que México en lo deportivo.
Para Villoro, el deporte es un fin en sí mismo y una manera de vivir a largo plazo, sin embargo, esta visión no ha aterrizado en los propios atletas mexicanos quienes una vez que consiguen grandes logros buscan dejar de competir para entrar como funcionarios públicos e incluso como políticos.
“No puede ser que el objetivo central de un atleta sea utilizar el deporte como inserción social para después obtener una recompensa que está más allá de las actividades deportivas, hay que entender que el deporte no es un trampolín”, frase que utilizó para referirse al clavadista Rommel Pacheco quien declaró que quería ser gobernador de Yucatán, lo que según Villoro hace parecer que para muchos deportistas el deporte no es satisfactorio, es una herramienta y no un fin.