- Felipe Márquez negó trabajar para Proespa, aunque fungió como consultor por parte de la Humane Society International
- Ana Zavala explicó que por cuestiones de uso de suelo no se construirá el albergue y que en su lugar se crearía una clínica de esterilización canina
Felipe Márquez de la asociación civil Amigos Pro Animal (APA) negó que él tenga un cargo en la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) por lo que no son válidas las denuncias hechas en la dependencia por grupos de rescatistas independientes. Por otra parte, señaló junto con Ana Zavala que el dinero que se solicitó para la construcción de un albergue que no se pudo finalizar fue devuelto a los donantes.
El miércoles, un grupo de rescatistas de animales independientes expuso a La Jornada Aguascalientes que el miembro fundador de APA, Felipe Márquez había logrado conseguir un puesto en Proespa y desde entonces sus denuncias ante las dependencias habían sido ignoradas.
Al respecto, Márquez aclaró que nunca ha trabajado directamente en Proespa, que su relación con la dependencia ha sido como consultor por parte de la organización no gubernamental Humane Society International: “Mi trabajo es estar coordinándome con las autoridades estatal y municipales para poder dar atención a todas las denuncias que tengan que ver con el maltrato animal”, y subrayó que sólo hay un convenio con Humane Society.
Apuntó que él tenía un escritorio en la Proespa en el cual se atendían denuncias, sin embargo este sitio ya le fue retirado a pesar de que el convenio con Humane Society International especifica que el consultor, en este caso Márquez, debe tener un espacio físico en las oficinas de la dependencia.
Ana Zavala indicó que, como habían señalado los manifestantes el miércoles, el terreno que el municipio les había otorgado en comodato para la construcción del albergue que habían planeado, les fue retirado. Sin embargo, a diferencia de lo que aseveraron los rescatistas independientes, el terreno les fue retirado no porque no se haya avanzado en el proyecto, sino porque según los estudios de uso de suelo e impacto ambiental, los resultados dieron que sólo el cinco por ciento del terreno podía ser utilizado para construcción, además de que el lugar era un sitio ocupado por coyotes y liebres, por lo que la construcción del albergue atentaría contra su ecosistema.
Desde entonces, se tomó la decisión por parte de la asociación de que no se construiría el albergue y que en su lugar se crearía una clínica de esterilización canina para lo cual se dio aviso a los donantes vía correo electrónico; se les cuestionó si estos querían apoyar con la construcción de la clínica o si preferían que el dinero les fuera reembolsado.
Márquez negó que APA reciba recurso de algún ámbito de gobierno: “De entrada, el Gobierno Federal no tiene ninguna partida presupuestal destinada para la protección de animales domésticos Luz María Alvarado a nivel estatal, los recursos que se destinan a asociaciones civiles están muy etiquetados y a nivel municipal no existe ningún recurso que sepamos que se entreguen a asociaciones civiles”.
Esta ausencia de recursos, comentó Zavala, es la razón por la cual se piden 300 pesos cada que una persona quiere adoptar algún animal, con ello se solventa atención médica general: se desparasita, se le aplican vacunas y se esterilizan, además de otras atenciones médicas extraordinarias.
Márquez confirmó que el alimento que la compañía Pedigree dona a APA es negado a otras asociaciones o rescatistas pues este recurso está etiquetado, sin embargo el alimento que Pro Animal recibe como donativo de otras personas es muchas veces cedido a los rescatistas que lo solicitan.
Zavala rechazó que Pro Animal obligue a los jóvenes que realizan su servicio social a adoptar una mascota para poder liberar su carta, pues esto va contra las condiciones de adopción de la asociación que son bastante rigurosas.