- El sistema penal no es el problema, sino la estructura social: investigadora
- Necesario juzgar con perspectiva de género: Adriana Rivero Garza
En México, el problema del acceso a la justicia de las mujeres tiene que ver no sólo con el modelo del sistema de justicia, sino con la estructura social que permea en el país, con tintes de machismo, misoginia y discriminación hacia sectores vulnerables; señaló Adriana Rivero Garza, docente investigadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas en temas de derecho e igualdad de género.
Agregó que los abogados en México no están formados para litigar con perspectiva de género y se encuentran aún en el camino de entender el derecho de igualdad entre todas las personas.
“El principal obstáculo para que las mujeres accedan a la justicia es el machismo y la misoginia. Además los operadores y operadoras del derecho estamos formados en una ciencia jurídica y un sistema jurídico muy positivista, por eso no comprendemos el derecho a la igualdad desde todos los ámbitos en los que debería de conocerse. Estamos muy acostumbrados a ver el derecho a la igualdad solamente como un reconocimiento de derecho, pero no tomamos en cuenta toda la serie de acciones que tenemos que implementar para que este derecho se vuelva efectivo o realidad. Lo que se conjuga es una estructura social machista, discriminatoria y desigual, ya sea por condición de género, de sexo, la discapacidad, nacionalidad, etnia, etc.”
Aunque el nuevo sistema penal acusatorio implementado ya en todo el país, ya toma en cuenta la aplicación de la ley con perspectiva de género, Rivero Garza consideró que en la práctica esto no se ha logrado.
“El sistema penal no es el que tiene problema, sino la estructura y cómo estamos implementado el sistema con base en estereotipos de género. El nuevo sistema está diseñado para que ya tenga incluida la perspectiva de género, pero volvemos a lo mismo, en lo que nos vamos adaptando a esta nueva práctica jurídica lo que se ha encontrado es que en muchos casos, concilian no solamente el delito de violación, sino de violencia familiar. A las mujeres las someten a conciliación cosa que está prohibida, no debería de ser, pero son las estructuras sociales, los estereotipos y nuestros prejuicios los que nos hacen conciliar asuntos que son irreconciliables.”
Agregó, “falta mucho, pero hay que reconocer que se ha avanzado en el tema de reconocimiento de derechos se ha avanzado, y en tema de implementar un nuevo sistema de justicia pero incorporar la perspectiva de género es importante, eso sólo significa que debemos considerar las diferencias sociales a las que cada hombre y cada mujer está obligado a realizar”.