La violencia que se vive en el Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes / Un cuarto propio

Aunque los medios de comunicación han sido blandos con las acciones abusivas del gobierno municipal respecto a los despidos injustificados que están ocurriendo en el municipio y de los cuales incluso los mismos funcionarios municipales no tienen ni la menor idea, según ellos, de cuántas personas serán despedidas, no tienen a la mano el dato. Qué curioso resulta -¿no le parece a usted?- que el municipio no tenga idea del número de trabajadoras y trabajadores que han despedido sobre todo si el motivo es la falta de presupuesto, pues es lo que argumentan. Aunque por otro lado se están presentando nuevas contrataciones, entonces así ya no entendemos, ¿cuál es el juego del municipio?

Como expresé al inicio de esta columna de opinión, los medios han omitido lo que está ocurriendo en el municipio y casi estoy segura que el argumento es que cada administración hace lo mismo, aunque para este caso es el mismo partido el que sale que el que entra, entonces esos despidos a qué corresponden.

Esas acciones son lamentables; quiero, estimada lectora y lector, darle a conocer un caso específico de despido, esta vez ocurrido en el Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes, el despido de la encargada de recibir las denuncias por violencia laboral, cabe señalar que la abogada responsable de esta tarea laboraba desde la administración pasada haciendo esas mismas funciones.

Como le dije, la denuncia que llegó a mis manos corresponde a Edwijes Tejeda corroborando detalles por medio de una entrevista con la trabajadora despedida, señala que al inicio de la semana la mandaron llamar, supuestamente del área de administración y que finalmente en un ambiente oscuro, en la oficina de la directora del IMMA vio a un señor ahí sentado, la oficina con la luz apagada y con unos documentos que le exigía firmar. Ese señor, quien dijo llamarse José Luis y ser el representante del área de recursos humanos del municipio, al recibir la negativa de la trabajadora a firmar sin que se le explicara el motivo de su despido, y al salir ella de esa oficina ensombrecida, la siguió a gritos hasta su cubículo, donde frente a las usuarias y trabajadoras del propio IMMA le lanzó humillaciones y le empujo la puerta obligándola a que la abriera.

Lo peor entre todo esto es que ninguna autoridad -por así decirlo del IMMA- se encontraba presente, causalmente habían desaparecido. Y también hay que observar el hecho de que el IMMA no cuente con personal de seguridad porque debido al trabajo que debería realizar contra la violencia hacia las mujeres resulta necesario tener al menos una persona de seguridad pública que salvaguarde la integridad de quienes ahí trabajan. En buena medida, la violencia que recibió esa trabajadora despedida por un supuesto abogado contratado por el municipio se hubiera, detenido o al menos disuadido si el instituto hubiera contado con la presencia de la policía municipal. ¿Qué seguridad ofrece entonces el IMMA y el Municipio de Aguascalientes a las trabajadoras y usuarias que están en un área tan sensible como la denuncia, prevención y atención de la violencia? ¿Y si uno de los agresores entra armado? de verdad que esto sólo demuestra la falta de conocimiento de quienes improvisadamente operan temas tan sensibles como la violencia hacia las mujeres.

Pues después de las humillaciones, los gritos, las injurias, los empujones y toda esa violencia desatada ahí frente a trabajadoras y usuarias del IMMA salió como pudo la abogada despedida, con una caja de cartón sin saber a dónde caminar. Ella misma lo califica como un estado de shock. Acaso no deberíamos tener al menos ese derecho de recibir un trato digno y libre de violencia.

¿Y este es el instituto que está certificado en la Norma 025 de Igualdad Laboral y No Discriminación? Que asegura erradicar la violencia hacia las mujeres trabajadoras, realmente la instancia certificadora debería pensar muy bien a quién le extiende el certificado porque el IMMA indudablemente ejerció lo que exactamente la norma define: Violencia laboral: Se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad. Ya ese hecho nos deja muy claro el clima laboral que se vive en el IMMA, con razón corrieron a sacar las lonas del 8 de marzo, a ponerlas ahí en el municipio para que se vieran, que raro que fueran las propagandas del 8 de marzo en pleno mes de julio, pues no fue casual porque el municipio tuvo su auditoría de revisión en la norma 025, había que justificar y maquillar que cumple con una política de género. Pero es demasiado intentar meter la basura bajo la alfombra. Al fin brota lo que es.

Datos curiosos:

1.- Un día antes la trabajadora despedida había hablado con la directora del IMMA Claudia Patricia Torres López y no le mencionó nada de su pronto despido.

2.- El IMMA cuenta con un área de recursos humanos y de administración ¿por qué no se hizo cargo esa área de la notificación?

3.- “Soy el Lic. Juan Luis, representante de la Dirección de Recursos Humanos del Municipio de Aguascalientes” es decir no pertenece a la dirección, sino representa. Es curioso porque regularmente citan a la trabajadora o trabajador en la dirección de recursos humanos del municipio y ahí le explican y le detallan su situación laboral.

4.- Un día antes del despido, la Lic Brenda Ileana Macías le había solicitado a Edwijes Tejeda le entregara todos los expedientes que estaban en investigación, luego le pidió le explicara el curso que guardaba los casos más delicados, es decir, los que involucran acciones severas de violencia cometida en el municipio o personajes de alto nivel del municipio y le pidió que le explicara el curso que debería de seguir. Nunca le dijo que la iban a despedir al día siguiente.  

5.- Qué casos y quiénes aparecen en esos expedientes, qué funcionarios de alto nivel del municipio son los que tienen denuncia por violencia, a quién le estorbaba el trabajo desempeñado por Edwijes Tejeda. Quién dirigió esta violencia en su contra.

Permanezco al pendiente de este asunto, me parece injusto y contradictorio que esto ocurra en una instancia de la mujer que combate la violencia y aunque el Alcalde Juan Antonio Martín del Campo no se detuvo a escucharla el sábado por la mañana al salir del noticiero de Radio BI y la ignoro absolutamente, yo creo que es necesario luchar por la justicia para las mujeres, incluyendo a las trabajadoras que se enfrentan a un sistema burocrático, partidista masculinizado, violento que ha logrado seducir incluso a otras mujeres de las que al menos hubiéramos esperado solidaridad en momentos de tanta vulnerabilidad, pero incluso ellas han cedido ante ese poder, ante el breve momento de compartir las migajas.

@Chuytinoco