- La exposición pictórica abrió sus puertas el día de ayer en el Museo de la Muerte
- Muestra 54 cuadros que reinterpretan las cartas de la lotería
- La exhibición no tiene al Negrito porque a los impulsores del proyecto les pareció políticamente incorrecto
El día de ayer se llevó a cabo la inauguración del encuentro internacional de arte figurativo Lotería Mexicana en el Museo de la Muerte, una muestra compuesta de 54 cuadros donde pintores del país y el extranjero reinterpretan las icónicas cartas del tradicional juego.
José Parra, creador del proyecto, explicó que Lotería Mexicana surgió de un diálogo entre amigos en la ciudad de Guadalajara quienes se dieron cuenta de la posibilidad de reinterpretar las famosas cartas del juego que si bien, es bastante conocido en México, no es así en extranjero; razón por la que invitaron al proyecto a creadores europeos y sudamericanos del colectivo Libélula.
Según Parra, la importancia de la exposición radica en que el espectador mexicano puede ver cómo es interpretado algo que ha visto desde siempre, además de que es una excelente oportunidad para las nuevas generaciones que están más interesadas en las aplicaciones electrónicas se interesen por el tradicional juego.
Cada artista que participó en el proyecto tuvo la libertad de reinterpretar las cartas como quisiese mientras que se mantuviera el nombre de la carta y el número; así como que se dejaran elementos figurativos que dejaran claro de qué carta se trata.
Entre las obras existen cuadros que son bastante llamativos por su temática, como la de El Nopal que muestra la imagen de uno de estos cactus perforado por balas y un águila muerta a sus pies, mientras que la del bandolón tiene el instrumento rodeado de cadáveres de hombres tendidos como si fuesen notas musicales.
La carta de La Bandera, según Parra, fue un reto especial pues es producto de la reinterpretación de un artista español que debió mantener un equilibrio entre la crítica y el realce de una bandera que no es la propia, o El Gallo de una pintora de Guadalajara que muestra una crítica hacia peleas de gallos.
Cuando el espectador visita la exposición, que está ordenada según el valor numérico que presentan las cartas, se puede dar cuenta que en el lugar de la carta 26, donde debería estar El Negrito, se encuentra El Luchador, una carta que apareció en una versión posterior a la que se retoma en la exposición.
Esta situación, apuntó Parra, se debe a que poner al Negrito podría haber sido políticamente incorrecto al momento que la exposición saliera del país, “esa fue una discusión muy importante, si la exhibición se fuera a quedar aquí en México no habría ningún problema, creo que esa carta nunca nos ha representado ningún problema, la cuestión es que la idea es que en 2017 la exposición se vaya a Europa”.
Cuando se intentó hacer la traducción al inglés del nombre del El Negrito no se podía hacer de forma políticamente correcta, al tomar en cuenta que México no tiene los problemas raciales que hay en otras latitudes “era como tener una carta del judío o el musulmán, no había una forma de hacerlo de forma grácil”. Se decidió que el luchador, que sustituye al negrito en una versión más próxima de la lotería, era también un icono muy representativo de la cultura mexicana “de todo fue la mejor opción”.