- Las principales aportaciones al Fondo Forestal Mexicano provienen de desarrolladores inmobiliarios
- Los recursos que se obtienen mediante el trámite son invertidos en la restauración de los recursos forestales
Modificar usos de suelo en terrenos forestales costó alrededor de 14 millones de pesos a empresas durante los dos años anteriores, informó el delegado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Aguascalientes, Vicente Díaz Núñez.
La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) establece que la remoción total o parcial de la vegetación de los terrenos catalogados forestales para destinarlos a la construcción de desarrollos inmobiliarios, empresas, minería, explotación de materiales pétreos, entre otras, cuesta de 29 mil 419.28 a 115 mil 495.42 pesos. El trámite se autoriza siempre y cuando el Consejo Estatal Forestal determine que el uso propuesto es más productivo a largo plazo y no amenace la biodiversidad, no provoque la erosión del suelo, el deterioro de la calidad del agua y la disminución de su captación.
El dinero que se obtiene mediante un cambio de uso de suelo, ingresa al Fondo Forestal Mexicano (FFM), con él se financian diversos servicios ambientales para la conservación, incremento, aprovechamiento sustentable y restauración de los recursos forestales.
El monto aportado por las entidades federativas no necesariamente se ejerce en su propio beneficio, sino que es destinado a las zonas catalogadas como prioritarias: “En 2014 y 2015 se ejercieron 14 millones de pesos, la misma cantidad que ha aportado Aguascalientes a los cambios de uso de suelo; a nosotros si nos transfirieron el recurso completo”.
En ese periodo, los cambios de uso de suelo forestal que se han efectuado en la entidad han sido principalmente en lugares donde hay poca cobertura vegetal y los árboles y arbustos son de talla baja o mediana.
El funcionario estatal recalcó que los recursos del FFM se invierten en los sitios con mayor deterioro y los que proporcionan servicios ambientales. Sin embargo, por el momento no se cuenta con un estudio que demuestre que el resarcimiento fue equiparables al impacto ambiental derivado del cambio de uso de suelo en los dos años anteriores. Esto comenzará a hacerse a partir de este año: “No se puede hablar de compensación ambiental porque muchas veces se trata de restaurar otro sitio de los efectos de la erosión, no necesariamente el afectado. La recuperación no es a corto plazo como se cree, normalmente los resultados se reflejan después de cinco años con la recuperación de pastizales y especies pioneras. Y la totalidad de los efectos se reflejan en 30”.
La Conafor en Aguascalientes destina el 50 por ciento de su presupuesto a las áreas más vulnerables a la erosión: “esto era lo que veníamos atendiendo con los recursos de cambio de uso de suelo pero que ahora hacemos de una manera más ordenada que era parte de las estrategias de cambio de este año (…) implica dos cosas, que los proyectos que originalmente destinábamos el grueso del recurso a un año, ahora lo estamos destinando a proyectos de tres años que tienen un mayor impacto y garantía de garantizar la restauración paulatina de vegetación y fauna silvestre”
La Universidad Autónoma de Aguascalientes y el Instituto Tecnológico de El Llano han identificado las áreas prioritarias para la ejecución de estos fondos; actualmente la delegación trabaja en la conservación de una superficie de dos mil 500 hectáreas a través de servicios ambientales.