- El que las víctimas busquen contener las agresiones repercute en que crezca la violencia
- Toda agresión física proviene de violencia sicológica
El refugio para mujeres víctimas de violencia intrafamiliar de la asociación civil Mujer Contemporánea ha incrementado su demanda en más de un diez por ciento en comparación con el año pasado, reveló su presidente, Roxana D’Escobar López Arellano, quien explicó que lo anterior es un claro reflejo de que la violencia de género ha ido en incremento, “en lo que va del año llevamos cerca de las 30 familias atendidas, si seguimos así vamos a estar como un diez a 15 por ciento arriba de lo que atendimos el año pasado, el año pasado atendimos 53 familias, ahorita ya tenemos más de un diez por ciento de lo que se atendió el año pasado”, dijo la activista.
Explicó que el incremento en estos casos es atribuible a una respuesta violenta generada desde el varón cuando la mujer deja de permitir formas menores de violencia desde el hogar, “no hay ninguna contención contra este fenómeno, es un péndulo, estaba jalado hacia el lado de las mujeres que eran golpeadas, ahora esta violencia se ha vuelto más fuerte porque las mujeres no se dejan y a veces golpean, entonces la violencia se ha vuelto peor hacia a ella”, manifestó.
Indicó la presidente de Mujer Contemporánea que el albergue de este organismo civil llega a instalar a mujeres cuando llegan a ser sometidas a violencia extrema en todas sus modalidades: “Su vida está en riesgo, ha recibido amenazas de muerte, él está coludido en redes delincuenciales, él maneja armas o la cuestión del nepotismo, él es compadre, pariente o amigo de algún funcionario”.
No obstante reconoció la activista, aún falta mucho por hacer para que todas las víctimas de violencia logren denunciar a su agresor: “La mujer está asumiendo que realmente la violencia es parte integral de su vida, no denuncian por muchas situaciones, a veces es el miedo, la violencia a veces es tan fuerte que el miedo paraliza, no se atreven a actuar más allá porque él ha destruido tu autoestima, tu forma de ser o todo; muchas veces no denuncian porque él las amenaza de muerte o a su familia, es el miedo de permanecer dentro de la violencia.
La activista en contra de la violencia de género explicó de qué manera cualquier agresión sicológica puede dar pie a que se presenten agresiones físicas: “Es la violencia que empieza, él no empieza dando un golpe, él empieza destruyendo la autoestima, la seguridad, la valentía; obviamente es la violencia menos detectada, porque al mismo tiempo que ya no te dejan tener amistades, no te permiten salir con tus iguales, en ese momento tú te vas aislando, en ese momento pierdes tus redes familiares, estás sola. Cuando ellas empiezan a pensar que pueden pedir ayuda es cuando empieza la violencia física, lazos de violencia que pueden durar años, una mujer que está empoderada no va a permitir que la comiencen a golpear”.
Además de la atención brindada en el refugio de esta asociación civil, el centro de atención externa llega a atender anualmente a “tres mil mujeres, niños y niñas que fueron a buscar ayuda legal, terapia sicológica, consejería de trabajo social, no todo relacionado con la violencia; tenemos cuatro abogados y no nos damos abasto”.