- La investigadora del Centro de Capacitación Judicial del TEPJF dijo que lo ideal es que las mujeres se integren de manera natural a los cargos públicos y sin que sea obligatoria su inclusión
- La intervención del Tribunal Electoral ha motivado avances importantes para que los actores políticos cumplan con la paridad
Karolina Mónika Gilas, investigadora del Centro de Capacitación Judicial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), indicó que la expectativa que se tiene en materia de paridad de género es transitar hacia la total igualdad entre hombres y mujeres.
Señaló que lo ideal es construir una ciudadanía igualitaria, en la que no sea necesario que por ley se obligue a incluir a las mujeres en los diferentes cargos públicos, sino que lleguen a ellos de manera natural, sobre todo por el lugar que ya ocupan en la sociedad en general: “Las políticas públicas que se adopten tendrán que estar dirigidas tanto a las mujeres como a los hombres, deben tomar en cuenta sus condiciones de vida, su situación, sus necesidades. Entonces lo último sería que la política cambie y entonces la sociedad cambie, que se vuelva más igualitaria, no sólo paritaria, pero igualitaria en todos los sentidos, no solo para las mujeres, sino para toda la diversidad, toda la pluralidad que tenemos, especialmente en un país tan diverso y tan rico como es México”.
Mónika Gilas mencionó que en cuanto a los cargos públicos ejecutivos es deseable que haya un aumento también en la presencia de las mujeres a fin de que accedan a los altos cargos, “podemos exigir que se les incluya en los gabinetes y hacia allá debemos apuntar”.
La investigadora del Centro de Capacitación Judicial explicó que México se ha colocado a la vanguardia en materia de paridad de género, ya que en otros países sólo se tienen normas en cuanto a cuotas de género.
Destacó la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ha motivado avances importantes y un ejemplo de ello es lo que sucedió en el periodo 2011-2012 con la sentencia de las llamadas Juanitas, en la que eliminó la excepción de que si los partidos realizan elecciones internas democráticas no tienen impedimento para cumplir con la paridad.
Mónika Gilas recordó que así como la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) establece como un derecho de los ciudadanos y una obligación para los partidos políticos la igualdad de oportunidades y la paridad entre hombres y mujeres para tener acceso a los cargos de elección popular, la actuación del Tribunal Electoral ha sido fundamental para que se respete y aplique dicho mandato: “Gracias a las interpretaciones de la Sala Superior y de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación apuntan a que hay que entender el mandato constitucional de la paridad de género para todos los cargos, no sólo el legislativo, también a nivel municipal, y ahí podemos hablar de la paridad horizontal, en las presidencias municipales, y la vertical, en la planilla”.
Mencionó que estas decisiones del órgano jurisdiccional también se han extendido hacia los pueblos y comunidades indígenas, los cuales de acuerdo con lo establecido en el artículo segundo constitucional, están obligados a cumplir con la paridad de género en los procesos electorales, por lo que hubo varios casos en los que ha anulado las elecciones por usos y costumbres porque no se permitió la participación de mujeres como candidatas a puestos de elección: “El tema de género empieza a trascender a otros ámbitos, no solamente se trata de las postulaciones, sino que empieza a verse en el ejercicio de los cargos e incluso hay casos muy recientes que tienen que ver con las campañas y la propaganda que también involucran al tema de género”.
Con información del TEPJF