Colegio de Estudios Estratégicos y Geopolíticos de Aguascalientes, A.C.
Ciudad de México, 26 de mayo de 2016. Teniendo a sus espaldas las banderas de las barras y las estrellas y la del águila que devora una serpiente respectivamente, la primera mujer en representar a la Unión Americana en México, Roberta Jacobson, dirige su primera alocución como embajadora: “Tengo la intención de viajar a lo largo y ancho de México para conocer los atributos únicos de cada región, y poder escuchar de viva voz a los mexicanos de todo el país, para entender cómo Estados Unidos puede continuar siendo un vecino verdaderamente comprometido para todos ustedes”.
Al día siguiente, Jacobson entrega a la canciller Claudia Ruiz Massieu, una reproducción de las cartas credenciales que presentará al titular del Ejecutivo Federal. Luego, en su primer “Sábado Distrito Federal” (Chava Flores dixit) visita Xochimilco y el domingo 29 degusta unos sabrosos churros en un conocido local ubicado en el centro histórico de la capital del país.
Las escenas arribas descritas sirven como prefacio al presente artículo, el cual pretende explicar la cuestión histórica entre México y los Estados Unidos, quién es Roberta Jacobson, en qué contexto arriba a México y cuáles son los retos para la relación bilateral.
México, a causa de eventos tales como: la pérdida de Texas en 1836; la traumatizante derrota de 1847, la cual supuso el menoscabo de la mitad del territorio nacional; la venta de La Mesilla en 1853; el Tratado McLane-Ocampo de 1859; y la estudiada neutralidad estadounidense durante una buena parte de la Intervención Francesa, aprendió que el convivio con la República angloamericana devendría en su “relación externa más importante, más absorbente y, sin duda, más determinante y también más peligrosa”1.
Esta correspondencia ha estado encarnada por diplomáticos que han quedado en la memoria histórica de México: Joel R. Poinsett, el intrigante primer representante; el perverso Henry Lane Wilson, cerebro del golpe de Estado contra Francisco I. Madero; y un personaje que sería descrito como “el enemigo real de la democracia en México…el delegado del capitalismo inmiscuido en asuntos locales”2: Dwight Morrow, el “diplomático de los huevos con jamón”, quien lograría gran influencia durante la presidencia de Plutarco Elías Calles y devendría en el personaje central del libro de José Vasconcelos: El proconsulado.
La relación bilateral ha cambiado, sobre todo a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ello explica porque la Embajada en México es una de las cinco principales en el mundo pues más de 30 secretarías y dependencias federales del Gobierno norteamericano están representadas en nuestro país. Por último, existen nueve consulados generales y nueve agencias consulares regados desde Tijuana hasta Mérida.
El peso de la historia arriba mencionada y del trato día a día entre los Estados Unidos y México recae en Roberta Jacobson, licenciada por la Universidad Brown y maestra en Derecho y Diplomacia por la Escuela de Derecho de la Universidad Fletcher.
La diplomática ha pasado la mayor parte de su vida profesional tratando con asuntos relacionados con el Hemisferio Occidental, en donde lidió con el asunto cubano y temas conectados con las relaciones civiles-militares, los derechos humanos, la ayuda externa y la lucha contra el narcotráfico. Luego, Jacobson fue directora de Asuntos Mexicanos en el Departamento de Estado y en seguida se abocó en cuestiones relacionadas con Canadá, México y el TLCAN.
Su perfil no pasó desapercibido para el presidente Barack Obama, quien la nombró subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. Desde esta nueva responsabilidad, Jacobson participó en las históricas negociaciones que permitieron el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y la Unión Americana. Como premio a su diligencia, Jacobson fue nominada en noviembre de 2015 para ocupar el cargo de embajadora en la ciudad de México.
Jacobson, sin embargo, desató la furia, entre otros, del senador por Florida y fallido precandidato presidencial, Marco Rubio, un furibundo anticastrista quien preguntó si el Departamento de Estado “había presionado lo suficiente para lograr la extradición de Joaquín Guzmán Loera”3. Finalmente, tras un prolongado estira y afloja, el Senado de los Estados Unidos aprobó su nombramiento el 28 de abril de 2016. Luego, en presencia del vicepresidente Joe Biden, el 17 de mayo del año en curso fue juramentada como embajadora.
La diplomática norteamericana arriba en un momento en que la Unión Americana, a través de sus acólitos en Sudamérica, lanza una ofensiva contra los gobiernos de izquierda; Asimismo, es un año de elección presidencial en los Estados Unidos.
Los principales retos que enfrentará la nueva inquilina de Paseo de la Reforma # 305 son: el narcotráfico, la heroína proveniente de México inunda las calles norteamericanas y la extradición de Joaquín Guzmán Loera está sobre la mesa; las declaraciones del precandidato republicano, Donald Trump, respecto a construir un muro, han sembrado la desconfianza y, hasta cierto grado, el temor de que por primera vez en noventa años el ocupante de la Casa Blanca sea abiertamente hostil a México; en la cuestión comercial, la ratificación por parte del Senado estadounidense del Acuerdo de Asociación Transpacífico influirá en México. Finalmente, los derechos humanos siguen siendo una cuestión irritante entre Washington y su vecino del sur.
Jacobson debe recordar que “no está en libertad de proponer los fines de sus actos… pero actuar en la mejor forma posible para cumplir con los fines que se le han propuesto”4 por su jefes en Washington.
En pocas palabras, el éxito o el fracaso de la gestión de Roberta S. Jacobson dependerán del logro de los objetivos que su país tenga en México y de ganarse la confianza de sus interlocutores locales.
Aide-Mémoire.- En Faluya y Mosul, los iraquíes tratan de derrotar al Estado Islámico.
1.- Estévez, Dolia. El Embajador. México, D.F., Editorial Planeta Mexicana, 2013, p. 11
2.- Vasconcelos, José. El Proconsulado. México, Editorial Jus, 1968, p. 21
3.- After delay, U.S. Senate approves nominee to be ambassador to Mexico http://goo.gl/Scd0xn
4. – West, Morris. El Embajador. Barcelona., Ediciones G.P., 1974, Â p. 21
