Mientras en el Congreso se sigue discutiendo el sistema de Mando Único, en la mayoría de las entidades de la República se padecen hechos delictivos, los cuales dejan en completo estado de indefensión a la ciudadanía.
Las causas de los delitos son variables de una región a otra; en el sureste llegó la situación a un punto tan grave, que las comunidades se vieron en la necesidad de crear sus policías comunitarias o grupos de autodefensas. A la fecha todo esto sigue latente, y en no pocas comunidades las masacres, secuestros y extorsiones, son una constante, a grado tal que la joya del turismo del pacífico, Acapulco, se ha considerado la ciudad más peligrosa ¡del mundo!
En el noreste la delincuencia a través de los grupos criminales buscan apoderarse de las vías de paso para la droga e indocumentados, así como la importación de armas, obviamente que de manera ilegal, pero al buscar fuentes alternativas de financiación lastiman a la sociedad civil con secuestros, asesinatos, extorsión y una permanente situación de inseguridad.
Asimismo, muchas corporaciones de seguridad se encuentran en problemas, pues su plantilla de personal está incompleta y las causas son diversas, por ejemplo la ley Nacional de Seguridad Pública que obliga a la certificación de todos sus elementos con la finalidad de que se depuren y profesionalicen todos los cuerpos policiacos. Muchos elementos no han podido pasar los exámenes, y otros que ya estaban en servicio están siendo despedidos, o en otros casos, se encuentran en situación irregular y no son despedidos o dados de baja, por la necesidad de contar con elementos. Lo más preocupante es que del presupuesto, que es de miles de millones de pesos, se están regresando recursos ¡porque no los han podido ejercer! Esto es inverosímil, aparte de que genera un verdadero problema.
Hay otros casos en donde hay pocos policías debido a que los niveles de los salarios y prestaciones son muy bajos, y en contraparte hay empresas privadas que tienen sueldos y prestaciones más atractivas para los elementos que buscan estar en el área de seguridad y por ello los elementos optan por emigrar a esas opciones.
Otro problema ha sido que muchos delincuentes son liberados a causa de fallas en los procedimientos cuando son detenidos y se viola el debido proceso; todo esto viene a permitir dejar en libertad a delincuentes que son reincidentes. Existen también los casos de delincuentes primerizos, que roban cosas mínimas y que por falta de recursos no pueden salir por no pagar abogado o la fianza, y se quedan en las prisiones y ya ahí se especializan en otro tipo de delitos, por lo que las cárceles se vuelven universidades del crimen. Sabido es por la ciudadanía que no son pocos los secuestros y extorsiones que se hacen desde los centros penitenciarios.
Y qué decir del autogobierno que se da en muchas cárceles; ya hemos visto los resultados que eso implica, con motines sangrientos y con una altísima corrupción manejada por los grupos dominantes, la cual es verdaderamente tremenda, pues extorsionan impunemente a todos los internos.
Estimado lector: La obligación primaria de un gobierno es el proporcionar seguridad a la población, pues esa fue la razón por la que los humanos se organizaron para crear las comunidades y sus autoridades, con la finalidad de protegerse, y si esto no se da, se está faltando a su esencia. Ojalá que el Congreso lo entienda y realmente asuman su responsabilidad en materia legislativa y respondan al pueblo que los eligió.