En los procesos electorales recientes hemos vistos que, independientemente de que cada proceso, es único y está determinado por las circunstancias del entorno, si podemos extraer reflexiones generales.
Las coaliciones electorales a pesar de que en un inicio fueron polémicas sobre todo las del PAN y el PRD, podríamos decir que son un comportamiento político que llegó para quedarse.
Su presencia indica el fin de los grandes partidos como tomadores absolutos de decisiones. Inicia una época a la que Robert Dahl llama procesos poliárquicos en donde el poder político está distribuido en distintos actores con una perspectiva más horizontal.
Otro elemento presente son las candidaturas independientes. Aunque muchos consideran que en el pasado electoral no consolidaron triunfos de manera consistente, y que el desempeño en el gobierno -particularmente el caso de Nuevo León- le ha faltado experiencia y oficio político, considero que es otro elemento que llegó para quedarse.
Sin dejar de reconocer los argumentos anteriores, se cuenta con una legislación muy adversa para poder competir con los partidos políticos que son máquinas electorales especializadas, aun así creo que en el mediano y largo plazo las candidaturas independientes se van a consolidar en el escenario electoral.
Al igual que en su tiempo, los gobiernos que provenían de la oposición cometían errores por no tener experiencia, en muchas ocasiones la sociedad tuvo que invertir tiempo y tolerar errores para poder consolidar cuadros políticos en gobiernos que provenían de la oposición, lo mismo va a pasar con los candidatos ciudadanos. Algunos desempeños van a ser malos, otros regulares y con el tiempo van a mejorar.
Se requiere de una ley electoral menos adversa para que las opciones fuera de las estructuras de los partidos, pueda llegar a consolidarse. Ese es tal vez el obstáculo más importante porque los partidos no van a querer perder el control de la representación en sistema electoral.
Otro elemento observado en los recientes procesos y que se ha hecho presente en otros anteriores, es que se ha venido debilitando el pluripartidismo.
Los ejemplos se presentan de la siguiente manera; el PT pierde el registro en siete u ocho entidades, Movimiento Ciudadano lo pierde en cinco, el Partido Verde lo pierde en seis y el PES como partido de reciente creación también lo pierde en seis entidades.
La realidad es que la dispersión del voto como una opción electoral se ha venido agotando. La razón que se observa es que los partidos pequeños se han convertido en “partidos rémoras”, es decir, que la razón de su existencia está determinada porque se articulan con partidos grandes y es como se mantienen vivos en el sistema de partidos.
No cuentan con definiciones programáticas ni ideológicas que aporten soluciones a los grandes problemas del país. La prueba más fehaciente de este comportamiento la observamos en el Partido Verde, que lo mismo hace alianza con el PAN o con el PRI. Cuando están en el gobierno sirven a los intereses de uno o de otro.
Son utilizados en muchas ocasiones por los gobernadores para poder legitimar decisiones votadas en los Congresos Locales, los utilizan también para dispersar el voto opositor o enviar a cuadros de los partidos grandes que no alcanzan candidaturas para que no se lancen como competidores del partido del gobernador en turno.
En cuanto al movimiento anulista no ha sido suficiente factor de influencia en los procesos electorales. Menos aun cuando se trata de elecciones locales pues la participación electoral alcanzó en muchas entidades hasta el 60 por ciento. Cierto es que se mantiene un margen importante de votos nulos, pero no es una proporción significativa ni articulada como se planteó en algún momento.
Un elemento a destacar es la participación creciente de los jóvenes en los procesos electorales. Anteriormente eran los adultos los que más participaban, hoy los jóvenes se vuelven una fuerza electoral presente.
La figura del voto duro se debilitó, pues el control y el capital político de los partidos disminuyó. La alternancia es otro elemento presente que se va a mantener. Actualmente son solo cuatro estados en el país que no han vivido procesos de alternancia.
En términos generales, estos serían los elementos que destaco del comportamiento electoral de los recientes procesos electorales, aunque habría otros más, estos serían los que a mi juicio tuvieron un papel destacado.
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Magnífico artículo.
Congratulaciones.
Es verdad el voto duro dejó de existir, enhorabuena para el pueblo Mexicano.