- Con este nuevo concierto se combinan la danza contemporánea y la magia de la orquesta en un espectáculo único
El Instituto Cultural de Aguascalientes, la licenciatura en Danza Contemporánea de la Escuela de Danza George Berard y la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes invitan al octavo concierto de esta temporada que tendrá lugar el miércoles 29, jueves 30 y viernes 1 a las 21:00 horas en el teatro Aguascalientes, con la dirección de Román Revueltas y Román Pavón como solista al violín con Las Cuatro Estaciones y El mandarín maravilloso.
El mandarín maravilloso op. 19, Sz. 73, es un ballet pantomima en un acto, compuesto por el compositor húngaro Béla Bartók entre 1918 y 1924, basado en una historia de Melchior Lengyel.
Luego de una introducción orquestal que representa el caos de la gran ciudad, la acción se inicia en un cuarto que pertenece a tres vagabundos. Buscan dinero en sus bolsillos, pero no lo encuentran. Entonces deciden forzar a una chica a que permanezca en una ventana para atraer al cuarto a los hombres que pasen. Ella inicia un juego de seducción con una danza descarada, con la que primero atrae a un libertino, viejo y pobremente vestido, quien hace gestos románticos y cómicos. Cuando ella le pregunta si tiene dinero, él contesta “¿Quién necesita dinero? Lo que importa es el amor”. Él persigue a la chica, con creciente insistencia, hasta que los vagabundos lo cogen y lo echan.
La chica regresa a la ventana e inicia un segundo juego de seducción. Esta vez atrae a un tímido muchacho que tampoco tiene dinero. El hombre baila con la chica, y cuando el baile se torna apasionado, los vagabundos lo asaltan y también le echan. La chica va nuevamente a la ventana e inicia su baile. Es cuando los vagabundos y la chica ven una figura bizarra en la calle, que pronto asciende por las escaleras. Los vagabundos se esconden y la figura, un mandarín, permanece inmóvil en la entrada del cuarto. Los vagabundos le ordenan a la chica que lo atraiga. Cuando ella baila, el mandarín se excita y salta sobre ella. Se inicia un forcejeo, la chica logra escapar de su abrazo, y él la persigue. Los vagabundos saltan sobre él, le quitan sus cosas de valor e intentan ahogarlo con almohadas y sábanas. Sin embargo, él sigue con la vista fija en ella. Le apuñalan tres veces con una espada oxidada; el mandarín tambalea, pero salta nuevamente sobre la chica. Los vagabundos lo atrapan nuevamente y lo cuelgan de la lámpara, que se rompe dejando el cuarto a oscuras. El cuerpo del mandarín empieza a brillar con una misteriosa luz azul. Los vagabundos y la chica se horrorizan.
A la chica se le ocurre cómo deshacerse de él. Le ordena a los vagabundos que lo suelten. Cuando el mandarín salta sobre la chica, ella no opone resistencia, abrazándolo. Cuando el deseo del mandarín se cumple, las heridas empiezan a sangrar y muere.
Con información del ICA