La palabra fragor se refiere al ruido que se produce al momento de librar una batalla, un ruido resonante y prolongado. Para nuestro tiempo, podría ser el sonido que producen las armas de fuego como rifles y pistolas al ser disparadas; en el pasado, el sonido de cañones y mosquetes, así como de los lamentos de los combatientes al enfrentarse contra el enemigo.
Una campaña electoral en nuestro país es también una autentica batalla que tiene su propio fragor. A una semana de haber concluido el proceso electoral en 14 estados de nuestro país, podemos ver que han quedado atrás los estruendos de la competencia: de un lado estará el control de los daños, y del otro estarán los conteos de las victorias y sus afortunadas consecuencias. Pero existe una realidad entre vencedores y vencidos; ambos han tenido el valor y el honor de haberse atrevido a competir por un proyecto ideológico que es válido, legítimo y leal para México. La construcción de la democracia se padece y se sufre, pero ésta traza el rumbo de una nación y quienes hacen democracia merecen -todas y todos- sin distincion, un profundo reconocimiento.
Podríamos referirnos a que el emprender una campaña es como emprender un viaje hacia un destino -cierto que es alcanzar el triunfo-, pero a través de un camino profundamente incierto y repleto de obstáculos. Para sortear este camino se requiere autentica vocación, aplomo y una enorme pasión por lo que se hace. Salir todos los días a ofrecer ideas que representan un proyecto que alcancen a llamar la atención del ciudadano no es nada fácil, mucho menos cuando el propio ciudadano esta saturado de sus propias preocupaciones y angustias. Si a esto se le añade que se va contra el tiempo y contra la pelea por cada metro cuadrado en la tierra y de cada segundo en la radio y la televisión con el resto de los adversarios, este ejercicio se torna sumamente competido. Créame, amigo lector, una campaña no la aguanta cualquiera. Escribir cada semana en este diario me ha brindado la oportunidad de defender las posturas y las propuestas del partido político en el que milito, pero en esta ocasión no me referiré ni siquiera a los resultados.
Quiero dedicar mi colaboración de hoy a reconocer en todo lo que vale el esfuerzo de las candidatas y candidatos de todos los partidos políticos, de sus colaboradores, pero sobre todo la solidaridad de sus familias para poder hacer realidad un ejercicio tan complejo y complicado como es participar en una campaña política. Todos quienes han contribuido con su esfuerzo han honrado la decisión de los ciudadanos a través del voto.
El domingo pasado se escribió una página más de la historia de nuestro país y de Aguascalientes en la cual mujeres y hombres valientes han protagonizado con su labor una competencia de ideas y postulados de instituciones; una competencia de ideas y de pasiones propias de cada quién, propias de la condición humana que se equivoca y que acierta, pero propias también de personas que quieren a su país y en ello dejan el aval de su esfuerzo y empeño personales y familiares. Cierto es que habrá ganadores y también habrá quienes no lo son, pero todos merecen el respeto absoluto por creer y asumir con determinación la defensa patriótica de sus ideas con el anhelo unánime de tener un mejor México. Enhorabuena, señoras y señores.
@JorgeLopez_M