La oferta en las licenciaturas en artes y humanidades se han ampliado debido a los usos de las mismas en la actualidad y que las carreras de baja demanda están “de moda”, pues la pose seudointelectual vende.
Ahora, las personas buscan más ser reconocidas y no necesariamente cultas por ello, los reportero de televisión se llaman “periodistas” despreciando su oficio, los actores de teatro se convierten en directores sin tener formación, casi todos los bailarines son coreógrafos sin contar con bases para ello, y claro, gracias a las redes sociales todos los facebookeros son especialistas en mercadeo, video y fotografía. Es como ese viejo cliché en el que los médicos son especialistas en etimologías grecolatinas, los abogados en literatura, y los comunicólogos en todo.
Sin embargo, influidos por los avances en la comunicación contemporánea y el impacto de ésta en la sociedad, las universidades han diversificado sus productos para satisfacer las necesidades de las empresas y los gustos personales de sus clientes, pues los estudiantes son los clientes y los productos las licenciaturas y posgrados que ofertan.
Mas la educación en sí es un buen negocio, y como la educación pública no logra cubrir todas las exigencias y lugares que se necesitan entonces, las instituciones privadas entran al quite y algunas inventan unas mezclan algo raras con el fin de que la innovación sea lo que logre insertar a sus educandos en la vida laboral de manera más eficaz y rápida, entonces tenemos licenciaturas de chile, mole y pozole donde no queda muy claro, al final, el verdadero perfil de egreso o qué es lo que realmente X estudiante sabe y será capaz de hacer y si a eso le sumamos el delirio de grandeza de algunos, el resultado de los egresados es catastrófico.
Por ejemplo, últimamente el estado se ha llenado de Cineastas, por lo que vemos anuncios de conferencias sobre bodas cinematográficas, posteos en las redes de #amosercineasta, y un sin número de personas confundidas con el término cineasta.
El diccionario de la Real Academia Española dice que cineasta es: Persona que trabaja en la industria artística del cine, en función destacada; por tanto el único puesto destacado es el del director por lo que si alguien hace cámara o guión o fotografía, trabaja en el ramo, mas no es cineasta. Haciendo un resumen, entonces el cineasta es quien por su trayectoria se convirtió en realizador o bien, quien estudió realización cinematográfica, pues uno puede tomar la materia de cine I, II y III mas eso no es comparable ni lo suficiente con lo que se estudia las escuelas dedicadas a formar realizadores, por tanto nos deja fuera de la jugada.
Con las redes, las zagas y la mercadotecnia, todos aspiran a ser cineastas así que realizan cortometrajes de bajo presupuesto sin arriesgarse a participar en los concursos de Imcine por lo que ni se especializan en cine, ni en realización. A lo que muchos se acercan es a estudiar un posgrado en apreciación, lo que los deja, aunque más doctos, en la misma posición de los otros, con proyectos caseros o bodas cinematográficas.
Imaginemos, pues, que los grabadores de bodas desde hace muchos años en Aguascalientes son cineastas y no lo sabíamos, es un nicho sin explotar el cual podría llevar al estado a las grandes ligas para poder dejar las ensambladores y crear la nueva termomeca del cine.
Para los productores audiovisuales en la Ciudad de México, el oficio de grabar bodas queda fuera de la lista de actividades a realizar como productos, pues baja de categoría la industria, mientras que aquí, en este terruño, los egresados de comunicación se vanaglorian por llevar a la práctica dicho oficio y gozan llamándose cineastas, así como los también titulados de otras carreras donde toman materias relacionadas al cine sin que la propuesta de ser realizador se cumpla en la teoría y la práctica.
El problema no es únicamente que se sientan y crean cineastas sin tener verdaderamente la especialidad, sino que no todos son talentosos y por lo tanto pocos pueden realizar un trabajo más cercano a lo artístico y sobre todo limpio en su edición. Imagine usted a una alumna que toma la materia de cine dentro de su licenciatura, realiza un cortometraje y pega la cámara a su actor en la frente para que pueda hacer tomas en subjetivas, para lo cual la pregunta es ¿dicha estudiante no aprende nada en clase o la calidad de su docente es sumamente pobre?
Para el arte es importante el talento, si el talento no viene con la práctica, entonces es indispensable buscar la especialización en las escuelas de cine de la Ciudad de México y salir de Aguascalientes donde el tuerto es el rey.
La máxima casa de estudio ofrece la carrera en cinematografía sin que el estado pueda sustentar la situación laboral de sus egresados, es decir, para que puedan emplearse sólo están los canales de televisión, donde por cierto no hacen cine, y si se suman a la ola de grabadores cinematográficos ¿se cumple el perfil de egreso? Eso sin hacer a un lado el rumor de que una institución privada abrirá próximamente la carrera en cinematografía también, con más licenciados en este arte. ¿Cuál sería la función del gobierno al respecto? ¿Abrirá estudios en alguno de los municipios para impulsar la industria?
Se necesitan subir de nivel las producciones audiovisuales en Aguascalientes, crear empresas dedicadas no al video ni los cortometrajes, sino a largometrajes con inversión privada y federal, además de crear la cultura de asistir a las salas a ver los productos endémicos pues con cinéfilos que sólo conocen las películas gringas y no se acercan al cine de arte es difícil el creer que la población apoyará dichos proyectos.
Si usted tiene delirio de cineasta, le recomiendo que se inscriba a una escuela en la Ciudad de México o en la New york Film Academy pues no todos tienen la suerte de Cuarón. No olvidemos que para crear es indispensable el poder conocer la forma, entonces instrúyase con los que saben y después dígase Cineasta.
Laus deo