- Aunque pinte bien, la central obrera se muestra escéptica ante lo propuesto por el presidente
- Hace falta presupuesto, personal e instalaciones en Juntas de Conciliación y Arbitraje
Para la Confederación Regional Obrera Mexicana (Crom) la iniciativa para extinguir las juntas locales y federal de Conciliación y Arbitraje planteada por el presidente, Enrique Peña Nieto, deja una buena impresión, pero es necesario conocer a fondo lo que implica.
En rueda de prensa, el presidente de la organización sindical, Jesús Ramírez Pérez, reconoció que hace falta reformar el sistema de justicia laboral frente a las deficiencias que inhiben la protección a los trabajadores: “creemos que el presupuesto, el personal y la capacidad instalada que tiene la Juntas Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) son insuficientes; nosotros primeramente nos pronunciaríamos por un fortalecimiento de los recursos ya existentes, porque este es un problema a nivel nacional”.
El titular del Ejecutivo debe explicar a los sectores a los que atañe este tema cuál es el camino a seguir en materia de estrategias, estructuras y objetivos. En su momento, se dijo que las reformas laboral y fiscal tendrían beneficios a patrones y trabajadores cuando en la práctica resultaron perjudiciales para la mayor parte de las personas: “queremos saber cómo lo van a hacer porque no hay mucha información y no nos queda claro, porque no queremos llevarnos otro chasco como las reformas que ya se han aprobado y que no han sido benéficas”.
Por este motivo, consultará a especialistas para que se les explique sobre el tema.
Consideró positivo el hecho de que las juntas de conciliación y arbitraje dejen de depender de los gobiernos estatales y federal. En Aguascalientes esto permitiría el conocimiento público de los emplazamientos a huelga que comúnmente se mantienen en la opacidad para mantener la imagen de un estado, una paz laboral de la que no siempre se goza.
Sin embargo, la reestructuración que el gobernador presentó dentro de un paquete de reformas en materia de justicia cotidiana, tampoco garantiza el término de los abusos. Y es que suele recomendarse a los trabajadores llegar a un acuerdo con los patrones antes de demandar. Entonces contratan abogados para agilizar los juicios, pero en vez de eso, estos prolongan los procedimientos para cobrar más audiencias y asesorías para después recuperarse con la reposición de los salarios caídos; se habla de que sus honorarios llegan a costar alrededor del 35 por ciento de la indemnización de los afectado.
Las juntas locales y federales están permanentemente saturadas, por lo que se apuesta siempre a la conciliación “y si tienes conflicto viene el jefe de conciliadores a ayudar a resolver la situación ya que en su mayoría son despidos injustificados que se resuelven meramente con un acuerdo entre las dos partes involucradas”. En ese sentido el líder de la Crom también dijo estar de acuerdo con el fortalecimiento de los medios alternativos de resolución de conflictos.