- En Estados Unidos y Canadá residen 20 millones de potenciales consumidores de derivados de la leche
- México importa 130 toneladas anuales de productos lácteos y exporta apenas cinco mil
La operación de una planta deshidratadora de leche en Aguascalientes abre una oportunidad para los productores locales de comercializar sus productos en el extranjero y con esto revertir los efectos de la creciente importación de fórmulas lácteas.
Para el delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Ernesto de Lucas Palacios, el mercado de la nostalgia en Estados Unidos y Canadá representa una importante alternativa de exportación prácticamente inexplorada por el sector lechero de la ciudad.
El funcionario federal detalló que en América del Norte residen alrededor de 20 millones de personas de origen mexicano, quienes conforman un nicho atractivo para que los ganaderos posicionen productos con valor agregado, ya que los connacionales no tienen acceso a la misma oferta de derivados de la leche que sí se encontraban en México: “hay gente de Ensenada que empezó a exportar quesos tipo Oaxaca y ahora no les alcanza con toda la leche producida en Baja California para cubrir la demanda en el vecino país”.
Abundó que los quesos que se elaboran en las diferentes regiones del país constituyen una amplia gama de posibilidades gracias a sus sabores, texturas y procedimientos de preparación con los que se pueden obtener diferentes platillos. Se calcula que en el país vecino se consumen hasta 14 kilogramos de este alimento per cápita, cuando en México es apenas de tres kilogramos.
El 85 por ciento de la leche en polvo que se consume en el mercado nacional proviene precisamente de Estados Unidos y Canadá y no es posible fijar cuotas de importación porque éstas ya se encuentran establecidas en el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN): “Lo que yo he visto es que no exportamos quesos a esos dos países cuando tenemos una población que en el mercado de la nostalgia nos permitiría desplazar la mitad de lo que se produce en el país”, agregó Lucas Palacios.
En Aguascalientes se produce un promedio de un millón 400 mil litros diarios de leche, mientras hace una década el volumen era de apenas 750 mil. La planta secadora que se requiere para almacenar dicho alimento de acuerdo con las condiciones del mercado, para terminar con el problema de los excedentes que causan bajos precios, tiene un costo estimado de 100 millones de pesos.
En su última visita, el titular nacional de Sagarpa, José Calzada Rovirosa, prometió que dicha infraestructura entraría en funciones este mismo año, sin precisar la fecha en que esto se concretará.
Según datos del propio sector lechero, México importa 130 toneladas anuales de productos lácteos y exporta apenas cinco mil.