Causó una sana conmoción entre la ciudadanía el ejercicio de debate organizado por el Instituto Estatal Electoral, que conjuntó a las candidatas y los candidatos a gobernador, con el propósito de que emitieran, de manera pública, sus ideas respecto de los temas que fueron previamente acordados: Economía, desarrollo regional y empleo, Educación, ciencia y tecnología, y un tercer tema sometido a votación popular en redes sociales, que por relevancia en la ciudadanía, resultó ser Medidas anticorrupción.
Teniendo como marco los estudios de Radio y Televisión de Aguascalientes, los debatientes se dieron puntual cita, para exponer sus propuestas y con el objetivo claro de que el electorado las conociera, asimilara y digiriera, para estar en mejores condiciones de emitir su voto.
El debate político, debe ser el espacio de exposición e intercambio de opiniones a partir de las propuestas de los candidatos, basadas en las ideologías que representan, su programa político y la plataforma electoral que registraron. Entre lo que ha dejado como trascendencia ha sido que, una vez convertido en ejercicio democrático, puso a disposición de la ciudadanía una nueva clase de información que es necesaria para el ejercicio del derecho del voto.
El formato del debate, si bien puede resultar para algunas voces acartonado, también es un formato que permite la igualdad de circunstancias en cuanto al tiempo que se tiene para la exposición de la idea, su refrendo, su defensa o incluso, en el espíritu de lo que representa el ejercicio, su contraposición con la idea ajena.
Realizar un análisis completo del debate en unas cuantas líneas es imposible. En la escena política se analiza desde la postura del candidato, su vestimenta, el color de la corbata o el vestido, los ademanes utilizados, el volumen y la retórica empleados, incluso, yendo más allá, si la estrategia de defensa o de ataque de los candidatos fue oportuna.
Es necesario contextualizar que la historia de los debates políticos, se remonta a épocas recientes. Entre los candidatos a la presidencia de la República en el proceso electoral de 1994 se dio el primer antecedente organizado por la autoridad electoral, en condiciones no tan similares para los candidatos, un día debatieron los candidatos de los partidos con menor preferencia históricamente hablando, mientras que al día siguiente lo hicieron los candidatos de las tres fuerzas políticas con mayor presencia en el país.
Para las elecciones presidenciales del 2000, participaron todos los candidatos en el primer debate, mientras que en el segundo, sólo lo hicieron los entonces tres candidatos punteros.
En las elecciones presidenciales de 2006, se convocó a todos los candidatos a los dos encuentros, aunque en el primero uno de ellos decidió no asistir. A partir de entonces los ejercicios se replicaron en elecciones locales. En Aguascalientes, hubo ejercicios realizados por la autoridad en 2007 y 2010, esta última elección de gobernador; y para 2012 el INE emitió unos lineamientos para el desarrollo de los debates.
Para la autoridad electoral, este primero de dos ejercicios previstos durante el proceso electoral local 2015-2016, resultó un ejercicio sumamente productivo. En un ambiente de cordialidad y respeto, las condiciones fueron equitativas para los contendientes. Pero más aún: el ejercicio permitió mostrar, a quienes fuera de su interés, la expresión de las ideas de entre aquellos que, cosa no menor, está el próximo encargado del Poder Ejecutivo en el estado.
La ciudadanía pudo conocer, constatar y, en su momento, contrastar, al candidato y su pensar. En el segundo ejercicio de esta naturaleza que, organizado por la autoridad administrativa electoral local, se llevará a cabo el lunes 23 a las 19:00 horas, el llamado, desde estas líneas, en los mismos términos: de nada sirven ejercicios democráticos si no existe una ciudadanía receptiva, que haga suyo el proceder de conocer, siguiendo la transmisión, y comparar con afán crítico en un ejercicio reflexivo.
Luego del proceso electoral, es natural que sea sometido a revisión, en su conjunto y en las partes que lo integran. Es probable que la mecánica de los debates sea algo que, para próximas generaciones, se renueve. Lo que no hay que permitir es que el debate, como uno de los generadores principales de información de la campaña por ser accesible a la ciudadanía en masa, pierda su espíritu crítico de expresión de ideas y dejemos de apreciarlo por cualquiera de los medios de comunicación con que contamos hoy día.
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