No hay fecha que no se cumpla, ni tiempo que no se llegue. El 18 de junio tendrá, por ley, que entrar en vigor, en toda la república, el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, en lugar del actual que es un sistema inquisitorio. Para que esto sucediera se han invertido miles de millones de pesos, repartidos en todas las entidades, para que se llegara a esta fecha con estructuras adecuadas a este reto, y sobre todo con personal altamente capacitado, para que el nuevo sistema no vaya a ser un problema, y en lugar de resolver problemas vaya a causar algunos peores.
Actualmente primero se detiene y se define quién es culpable, y luego comienzan los juicios, que cuando el acusado es declarado culpable y se le finca una penalidad de varios años de cárcel, resulta que ya estuvo encarcelado, durante el juicio, ¡más tiempo que al que fue condenado!, y son puestos libres sin ningún tipo de compensación. O en caso contrario, si finalmente el detenido es declarado inocente, ya pasó injustamente un tiempo en la cárcel que jamás podrá recuperar.
Otros casos muy delicados son en los cuales se están liberando a una serie de delincuentes que fueron acusados de extorsión o secuestro, y condenados a varios años de cárcel, pero que ahora sus abogados han estado buscando lagunas penales o errores en los procesos, sobre todo el llamado “faltas al debido proceso” y están siendo puestos en libertad ante la desesperación de las víctimas y sus familias, los cuales de por sí no han podido volver a vivir después de lo que les hicieron, pues en muchos casos las víctimas fueron asesinadas; algunos casos que los medios de comunicación han tomado en sus programas son el caso de Nelson Vargas, al cual lo lastimaron secuestrando y asesinando a su hija, y que ahora por errores en el proceso están a punto de salir libres los secuestradores y asesinos, a pesar de que el delito estuvo comprobado.
Otro caso es el de tres hermanas de Iztapalapa, que en 2009 fueron secuestradas por mucho tiempo, golpeadas, torturadas y mutiladas, al cortarles varios dedos de las manos, para presionar a sus familiares de que pagaran el rescate, y ahora uno de los cabecillas ha sido liberado por fallas en el proceso.
Terrible esto que acontece en un país en donde, en varios estados, los secuestros y asesinatos son el pan de cada día; ahora los delincuentes actuarán con más impunidad sabiendo que con un buen abogado podrán evadir la acción de la justicia.
No cabe duda que la reforma constitucional de respeto a los derechos humanos está siendo aprovechada por abogados que no se tientan el corazón para liberar a delincuentes que han cometido crímenes irreparables.
Por otro lado en las cárceles existen miles de detenidos que claman su inocencia, pero que no tienen dinero para contratar abogados de buen nivel, que prueben que no cometieron los delitos de los que están acusados, pero que a través de la tortura aceptaron ser los culpables. No es extraño que en muchos casos, cuando la opinión pública presiona por el recrudecimiento de los delitos, se busca “chivos expiatorios ” y estos son ingresados a los penales sin poder defenderse.
Las víctimas del delito, del tipo que sea, tienen el derecho a que se les haga justicia y que sean detenidos los verdaderos culpables, porque si quedan libres los que realmente los afectaron, lo volverán a hacer o bien seguirán delinquiendo afectando a otras familias, y lo peor es cuando quienes han cometido el delito son policías o gente relacionada con ellos, como se ha visto en Guerrero y Veracruz.
Por lo tanto este nuevo sistema de justicia necesita que desde la policía, que detiene a los acusados, los ministerios públicos, fiscales y jueces, estén debidamente preparados, pues es un cambio de gran trascendencia, y si no se cuida desde el lugar donde se cometió el delito y las pruebas, y sobre todo que los investigadores puedan recoger la pruebas que le permitan al juez poder condenar a los verdaderos culpables.
Hoy las víctimas de los delitos se encuentran en una situación de desesperación y de indefensión, pues en delitos de robos, como asaltos a casa habitación, ya no presentan la denuncia, pues dicen que no habrá resultados, y que la impunidad de los delincuentes impedirá que se les haga justicia. Por lo tanto habrá que ver si de verdad va a cambiar la situación.
