El PRI como sistema siempre ha vivido en la necesidad de tapar unos a otros las fechorías que hacen. No es noticia nueva que tanto en procesos electorales como al frente de los gobiernos el PRI tiene como regla tergiversar, ocultar, desvirtuar y mentir. Estas elecciones no parecen ser la excepción.
Desde Aguascalientes decimos basta. Nuestro proceso electoral nos presenta una clara oportunidad para ponerle un alto a los vicios de censura, represión y galopante corrupción solapada desde el corrupto sistema priista.
Los ciudadanos de Aguascalientes solo tienen una opción democrática real: votar por el PAN. ¿Quieren que los próximos seis años se gobierne de manera transparente?, ¿quieren que se respete la participación ciudadana? Y ¿quieren que se abran espacios de diálogo permanente? Si es así, Aguascalientes debe votar por el partido que inició en toda la República con estos movimientos y por los actores que han abrevado estos principios desde los inicios de su carrera política: Martín Orozco y Tere Jiménez los han asumido como un compromiso y como un modo de vida.
Desde que inició la campaña, los ciudadanos hemos sido sometidos a presiones y abusos por parte del partido de gobierno. Quienes piensan distinto en nuestro estado han tenido que enfrentar múltiples persecuciones y atropellos a sus derechos electorales.
Se está gestando una amplia mayoría que saldrá de una situación de miedo y persecución para emprender acciones. La gente buena de Aguascalientes buscará y encontrará el resguardo de un mejor futuro para nuestros hijos. Se exigirá el respeto de su libertad, y sobre todo su derecho a escoger un gobierno que garantice la transparencia, la rigurosa rendición de cuentas y auditoría de los recursos derivados de los impuestos que con tanto esfuerzo paga la población.
Hoy, como siempre, desde este espacio le damos voz nuevamente a todos los oprimidos por el sistema intolerante y con ansia de controlarlo todo a fuerza del dinero y del montaje, hoy exigimos que se expliquen las acciones no reportadas en la declaración patrimonial de Lorena Martínez en el cierre de su ejercicio como alcaldesa de esta capital, en razón de la compra de un condominio con un valor de más de 10 millones de pesos en la que la propia candidata asevera que su domicilio lo tenía en la Ciudad de México, ¿acaso ejercía sus facultades a “control remoto” ? La falsedad de declaración a una autoridad es un asunto que implica responsabilidad jurídica pero el engaño y la mentira a la población indica una falta de vergüenza pública y el demérito de la propia opinión pública; hoy estamos ante un hecho que refleja el actuar de la conducta voraz de la búsqueda del poder solo por la codicia de los bienes materiales, esa conducta que la población vomita de los servidores públicos en esta época.
@JorgeLopez_M