¿Calurosas? ¡Acaloradas más bien!
Escenario perfecto para sacar a dote las facultades actorales de cada candidata o candidato. Para mandar a hacer memes, y publicaciones electrónicas que van desde graciosas, hasta groseras y calumniosas. Para hacerle al vandalismo y arrancar la propaganda del contrario.
Para escudriñar con escrúpulo el pasado de cada uno de los candidatos y exhibir, desde sus debilidades hasta sus dedicaciones y mortificaciones.
En 1991, hace 25 años, tuve mi primera experiencia en procesos electorales, como capacitadora electoral, y de ahí para acá ¡Se lo juro! Estimada lectora, apreciable lector, no había presenciado un proceso tan encrespado, al menos en mi tierra Agüitas.
¿A qué se debe, estimados lector y lectora, la calentura electoral que sube y sube, entre los políticos hidrocálidos? Interesante pregunta que intentaremos contestar y quizá hasta atemperar, con sabios consejos de la tía Coquis (esa soy yo).
Buen debatir. Para el buen debatir, la tía Coquis aconseja unos deliciosos y muy nutritivos tacos al vapor de sesos de res. Aderezados con una salsa roja calientita (para no cuajar la grasa de los sesos) y cebolla con cilantro bien picaditos.
No es que me paguen la difusión, ni la propaganda, pero los de calle Esparza Oteo, casi esquina con Guadalupe Posada, son de tortilla grande-doble y los ponen bien “serviditos”, por si usted es gustoso o gustosa.
Aviso: Como medida cautelar, el Consejo Estatal del Instituto Estatal Electoral, me ha ordenado eliminar la propaganda en torno a los taquitos de Contreras; no obstante, tal difusión no es pagada. Así que para evitar problemas con la autoridad electoral, tenga usted por no puesto el párrafo que antecede.
Buen aguantar. Para transitar por el medio de estas campañas tan desaseadas y desbordantes de contenido maloliente ¡ciertamente! Tiene uno que tener hígado.
Para que no le falle a uno el vital órgano, nada mejor que los tacos de hígado “Toño” en la calle Pedro de Alba.
Pida Usted su orden de tres taquitos, tortilla chica doble, pasadas por grasa y doradas al comal; con el hígado finamente picado y mezclado con cebolla dorada y dulce. O bien solicite su “volcán” en tostada, con o sin queso.
Mire Usted, después de degustar sus taquitos de hígado encebollado, tendrá suficiente para aguantar la andanada final previa al cierre de campañas, de violencia política, batalla verbal y mediática y actos de sabotaje, que aún nos esperan a los sufridos electores aquicalidenses. ¡Heeeey!
Aviso: Como esta cocina política reincidió en la propaganda, aun cuando no fuese pagada; la autoridad electoral me aplicó una sanción por el costo aproximado de la misma (un chorral de lana) al 200 por ciento (un chorralazo de lana). Así que mejor ahí le dejo, estimada lectora, apreciable lector. No sea que me sigan ordenando que deje de hacer lo que no estoy haciendo (cobrar por la propaganda) y ¡se me arma la de Dios es padre! ¡Hágame usted el favor!
Buen perder. Inevitablemente, habrá partidos ganadores y partidos perdedores, tras la jornada electoral del ya muy próximo 5 de junio.
Candidatos habrá que con su dedos formarán la “v” de la victoria y candidatos habrá que con sus dedos formarán otras señales…
Para el caso de los perdedores, la tía Coquis recomienda el tradicional y muy nuestro “lulú”. Se prepara una porción de limonada en agua natural. La sirve en un vaso de tamaño regular y le agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. Agita rápidamente y bebe mientras aún brota espuma de la solución.
Con un buen vaso de “lulú”, el perdedor podrá digerir con facilidad la derrota. Si tras un par de vasos de la antigua bebida no logra asimilar el descalabro; puede moler un poco de “raíz de costomate” y tragarla sin “tomarle sabor” antes de apurar el “lulú”. Aclaro que la raíz de costomate debe tragarse, no degustarse: es sumamente amarga. como la derrota.
Buen vivir. Al final de todo, las ciudadanas y los ciudadanos de esta tierra, sólo queremos vivir en paz electoral. En orden democrático.
Todo apunta a que nuestra entidad, dejará atrás el bipartidismo y verá integrados los poderes ejecutivo y legislativo de manera plural. Esa definición deberá tomarla el elector en las urnas. No vale recomponerla en las mesas judiciales.
No desestimo por supuesto, el papel que juegan los órganos judiciales electorales como garantes de la voluntad ciudadana. Igual no desconozco que las fiscalías local y federal investigarán presuntos delincuentes. Pero tampoco puedo ocultar los excesos en que autoridades y órganos han incurrido.
Más allá del juicio para la protección en lo individual de nuestros derechos políticos; los ciudadanos no contamos con instrumentos de defensa, ni individual ni colectiva de nuestro sufragio. No existe una procuraduría electoral.
Indefensos ante el encono de los partidos políticos, la actuación de las autoridades no siempre apegada a certeza, y los excesos resolutivos del poder judicial electoral que asume en ocasiones facultades legislativas; a los electores hidrocálidos sólo nos quedará encomendarnos a San Marcos para que en este proceso electoral 2016, no ganen los candidatos, sino los ciudadanos, que sólo aspiramos a vivir en paz.