- El amanuense de Borges charló con Adolfo Castañón acerca de la amistad entre el escritor argentino y Alfonso Reyes
Como dos seres definitivamente literarios describió el argentino Roberto Alifano a los escritores Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes, quienes cultivaron durante más de tres décadas una entrañable amistad, en gran medida porque compartían un gran sentido del humor.
Durante la charla que el amanuense del autor argentino sostuvo con el escritor mexicano Adolfo Castañón, titulada Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes: Historia de una amistad, recordaron anécdotas de estos dos grandes de la literatura latinoamericana.
En la Capilla Alfonsina y en el marco de la conmemoración por los 30 años del fallecimiento de Borges, Roberto Alifano aseguró que tanto el argentino como el mexicano “eran dos seres literarios, definitivamente literarios, dos hombres por los que toda la vida, todas las experiencias humanas pasaban por la literatura, se tamizaban por la literatura”.
Fue en 1927 en Buenos Aires que ambos escritores se conocieron y de inmediato surgió una gran cantidad de afinidades, entre ellos el sentido del humor, pues Alifano recordó que “Borges me contaba que una de las cosas que lo atraía de don Alfonso Reyes era su sentido del humor, nunca se sabía si hablaba en serio o en broma y siempre tenía la frase justa”.
Mientras que el argentino, dijo, era un hombre con un sentido del humor extraordinario: “Estar con Borges siempre era una fiesta, era una persona encantadora y sobre todo muy divertido, esencialmente un ser literario, como también Alfonso Reyes, que todo lo relacionaban con la literatura”.
Adolfo Castañón apuntó que sin ese sentido del humor, Alfonso Reyes no hubiera podido legarnos su gran obra literaria, así como El Colegio de México, pues en estos puso todo su corazón.
Alifano y Castañón recordaron también que a ambos escritores nunca les interesó la fama y son dos casos únicos en que su erudición, los llevaba a Europa a hablarles de su propia literatura, por ejemplo, a los ingleses de Shakespeare.
De hecho, Castañón advirtió que si a Borges no le dieron el Premio Nobel fue porque sabía demasiado, pues estudió las antiguas literaturas germánicas, mientras que Alifano consideró que es una de las grandes injusticias el hecho de que a ninguno de los dos se lo otorgaran cuando se lo han dado a escritores inferiores.
En la tertulia, los escritores deleitaron a los asistentes con la lectura a dos voces del poema In memoriam que Borges escribió tras el fallecimiento del mexicano: “El vago azar o las precisas leyes / que rigen este sueño, el universo, / me permitieron compartir un terso / trecho del curso con Alfonso Reyes”.
Castañón indicó que este poema es un autorretrato del propio Borges con una variación de los temas poéticos que abordaba el argentino y Alifano apuntó que se trata de un bellísimo poema en donde el autor se muestra conmovido al evocar a su entrañable amigo.
Recordaron que en la época en que convivieron estos grandes escritores, en Argentina había un gran aprecio por la poesía mexicana, como lo demuestra el hecho de que Borges se sabía de memoria La suave patria, de Ramón López Velarde.
Con información de la Secretaría de Cultura