No me diga, estimado lector, que ya le dio; le duele la cabeza, tiene flujo nasal abundante, fiebre, ya se acabó la caja de pañuelos desechables, ojos rojos y cuerpo cortado, entonces sin duda es usted una víctima más de la psicosis mediática-social llamada influenza.
El mensaje es claro para todos los habitantes de la tierra que vio nacer al doctor Kumate; nuevamente estamos en alerta sanitaria, hasta ayer cuando me estaba limpiando la nariz habían confirmados dos mil 818 enfermitos y eso alarmó al departamento de epidemiología de la Secretaría de Salud SSA, pues según sus cifras, en un periodo de doce meses, de 2014 a 2015 se identificaron solamente dos mil 521 casos, es decir, ya rebasamos la estadística inmediata, además de los 98 muertitos que esta enfermedad ha ocasionado.
Lo curioso es que, si hace memoria en aquel 2009 cuando hasta la tradicional e internacional FNSM tuvo que bajar el telón porque el respetable tenía gripe, el virus que marcó la agenda del país era identificado como AH1N1, pero después cuando le perdimos el miedo a tan mortal microorganismo las autoridades nos informaron que el bicho ya había mutado, es decir ahora era Influenza Reloaded, más duro de matar, con más poder para acabar con la raza humana comenzando por los mexicanitos; y ahora, querido lector, resulta que los que saben e informan a través de los medios dicen que es el mismo virus que atacó territorio nacional en 2009.
Ya no entendí, es o no es, mutó y se hizo más fuerte o sólo se tomó unas vacaciones mediáticas como los zapatistas, pónganse de acuerdo para apanicarnos bien.
Las estadísticas dicen que las entidades más afectadas por los contagios son Tlaxcala, Nuevo León, Jalisco, los vecinos de la Ciudad de México y la mancha urbana más grande del país; mire que coincidencia, tres entidades por tradición las más “desarrolladas” ahora padecen la ira de las aves y los cerdos.
El comportamiento del fenómeno está bajo control, según señaló José Luis Sandoval, quien se desempeña como jefe de Urgencias del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, quien aseveró que “este aumento se encuentra dentro de los niveles esperados considerando el retraso de la temporada de frío”. Además, dijo que el virus AH3N2 es quien acapara la invasión de cuerpos humanos, sin embargo los infectados por AH1N1 son más. Por fin, otra vez, pónganse de acuerdo, ¿mutó o no mutó?, ¿somos o no somos?, ¿nos va a cargar la tristeza o solamente estamos siendo distraídos para resolver los problemas con el oro negro y con el valor de la moneda nacional?, ¿se va a cancelar la feria o sí podré ir a convivir con mis cuates?
Moriremos todos por el AH1N1 o por el AH3N2 o por el R2D2 o por el BB8; ¿por cuál? por favor, decídanse, no jueguen así con la incertidumbre colectiva. Mire, para empezar, ¿sabemos el origen de tan mortífero ataque de microorganismos? Le cuento la fábula; un ave en el campo tan quitada de la pena como todas ellas, tomaba agua del estanque, de pronto sintió el cuerpo cortado, temperatura, flujo nasal abundante y además de todo estornudaba, tenía gripe, cerca de ella un buen hombre gustoso de observar a las aves en su ambiente natural se acercó tanto a nuestro espécimen que sin querer ésta le salpicó al momento de estornudar, el explorador y observador de aves no se sintió mal, pero después de un tiempo, el necesario para incubar y mutar el virus del pajarraco en su organismo, el joven enfermó, había desarrollado una nueva “especie” de bicho provoca gripe. Pero ahí no acaba la historia, querido lector, la cosa se puso peor cuando aquel ser humano sin saber que era portador de algo nuevo para la humanidad caminó por el mundo contagiando seres vivientes, entre ellos los cerdos. Santo cielo, pobres puerquitos, en ellos la reacción fue mayúscula y el virus decidió mutarse una vez más hasta convertirse en el súper bicho mata hombres, mata aves y, obvio, mata cerditos. Estos últimos en represalia a la raza humana decidieron contagiar a uno que otro hombre de bien. Anécdota, alguna vez en un corral un cerdito quitado de la pena se revolcaba en el delicioso y fresco lodo, sin percatarse que el fango estaba más frío de lo normal lo que le ocasionó un tremendo resfriado. Nuestro amigo el cochinito contagió a sus otros dos hermanos, los cuales a su vez le estornudaron en la cara a su dueña, la señora del rancho gringo donde, además de criar cerdos, también tenía aves y vacas. Así la doña adquirió por primera vez en la historia de la humanidad el virus AH1N1 y ojo, no por comerse a sus cerditos sino por vía aérea. Y así fue, primero el país de las barras y las estrellas, luego nosotros y después el resto del mundo, usted cree…
Familiares del hoy finado doctor Kumate afirman que “Los virus de la gripe, a diferencia de las bacterias, no viven independientemente; necesitan siempre entrar a una célula para tomar por asalto su aparato reproductor y luego salir a invadir otras células. La llave que usan para entrar a una célula se llama Hemaglutinina; la llave que usan para salir se llama Neuroaminidasa. Los virus de la gripe se clasifican de acuerdo a sus llaves de entrada H y de salida N.” Ahora comprendo, Clorox me engañó con sus comerciales en aquel fin del mundo, pues si mal no recuerdo el spot cerraba diciendo que dicha marca acababa con el 99.9% de las bacterias, y la influenza no es ocasionada por una de éstas sino por un virus. También ahora entiendo de dónde vienen las letras, HN, por lo menos ahora identifico el génesis del bicho que va a acabar nuevamente con nosotros.
Qué tal mi cortina de humo, mientras Cuauhtémoc Cárdenas fija su postura sobre la crisis de hidrocarburos en México, el barril sigue en picada, el peso nomas no repunta, el Chapo se consume lentamente en la cárcel, y la economía se tambalea como nunca antes, usted estaba entretenido leyendo sobre las aves y los cerditos.
Mi humilde aportación a la civilización del espectáculo, como diría el maestro Vargas Llosa, arriba las cortinas de humo, sí, señor.
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