- Hay un vacío de autoridad, de visión: De la Torre Martín
- Criticó que Aguascalientes destaque por la venta de alcohol
Durante su conferencia de prensa semanal, el obispo de la diócesis en Aguascalientes, Martín, coincidió con Salvador Sebastián Mauricio, líder de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), en que el gobierno municipal ha hecho poco para evitar la proliferación de antros y bares en el Centro Histórico de la ciudad: “a ver si a ellos les hacen caso”, mencionó De la Torre Martín.
Sebastián Mauricio señaló que aunque no se están otorgando nuevos permisos para que antros y bares inicien operaciones, se están utilizando licencias ya existentes pero que no eran aprovechadas; además dijo que se reunirán firmas para exhortar al Ayuntamiento para que no se permita operar a nuevos negocios.
El obispo indicó: “Qué bueno que lo dicen ellos, a ver si a ellos les hacen caso, es que hay leyes que prescriben que cerca de las escuelas, cerca de los institutos culturales, de las iglesias y cerca de los espacios sociales no haya esos espacios, es lamentable que se hayan abierto tanto; en eso nos distinguimos aquí en Aguascalientes, tenemos demasiados centros de venta de alcohol además de los clandestinos”.
La ley a la que hace referencia De la Torre Martín es al Código Municipal, sin embargo el secretario del Ayuntamiento, Manuel Cortina Reynoso, ha declarado que si bien es cierto que se indica que no deberá haber venta de alcohol en los lugares antes mencionados, hay excepciones, razón por la cual se pueden encontrar bares, antros y otros negocios de venta de bebidas embriagantes cerca de iglesias y escuelas.
El representante de la iglesia católica en la entidad subrayó que es necesario poner orden: “no sé si se les salió de las manos, yo lo que digo es que lo veo y la gente lo percibe, además sí se nota que hasta pequeños adolescentes tienen acceso fácil al alcohol, sin duda alguna es un problema de todos, de salud pública, en la que tenemos que estar involucrados todos (…) sí está causando problemas y estragos en las familias”.
Como vecino de varios antros y bares en la calle Carranza, lamentó que no se le pidiera su opinión previo a la apertura de estos lugares: “Nosotros no tenemos por qué dar permiso, pero cuando se quieran abrir estos centros sí conviene pedir la opinión de los vecinos”; la proliferación de lugares de este tipo -agregó- es responsabilidad de las autoridades, “si no cuidamos nuestros espacios, hay un vacío de autoridad, un vacío de visión, de proyecto y dense una vuelta de los desórdenes que se hacen los fines de semana por acá (en Carranza), ya se han tenido que lamentar delitos y accidentes de personas alcoholizadas”.
Otro aspecto que el obispo consideró que debería tener más atención por parte del gobierno municipal, es la venta clandestina de alcohol: “Los clandestinos, porque sabemos que en muchas tienditas también se vende, y no sé qué más se vende (…) es una pena que no se tengan parámetros de mayor rigor al respecto”.