- La meditación azteca no es un acto religioso, es un proceso interno de contacto con la naturaleza para identificar problemas y buscar la solución de los mismos
- La obra ha tenido gran aceptación en España por su enfoque humano no religioso
En la Universidad Autónoma de Aguascalientes se presentó el libro Meditación azteca de Héctor Grijalva Tamayo, destacado neurocirujano y catedrático de la entidad, el cual muestra las características de este tipo de encuentro personal ancestral.
De manera previa a la presentación de su libro en la UAA, Grijalva Tamayo explicó que la meditación azteca es un acto de relajación interna sin posturas forzadas que pone en contacto con la naturaleza a la persona que lo practica, ya que se realiza sentado en el suelo y recargado en una piedra o un árbol, aunque en algunas ocasiones se puede acompañar de cantos y/o música, lo cual la diferencia de otras prácticas como las asiáticas.
Explicó que los aztecas meditaban para ponerse en contacto con su tótem, que era su animal protector, para encontrar la solución a sus problemas, al tener en cuenta que los animales son perfectos: sin envidia, orgullo, soberbia, ni intenciones de traición, por lo cual se les pedía que ejercieran en los hombres sus virtudes.
Ejemplificó que al reconocer las virtudes de su tótem, los aztecas asumían en su vida diaria actitudes como la cautela, comportamientos que favorecían la protección a los miembros de la tribu, al igual que el instinto de supervivencia, por mencionar algunos ejemplos.
Grijalva Tamayo recalcó que esta meditación se centraba en la importancia del honor de una persona para vivir sin mentiras, ser respetuoso y culto, por lo que es posible retomar de dicha práctica el reconocer en uno mismo la solución de los problemas utilizando habilidades y conocimientos propios.
Esta publicación también aborda conceptos como la educación de los niños y adolescentes aztecas, sus valores y el reconocimiento de las habilidades de las personas para ser elegidos como líderes.
Este libro presentado en la UAA está dirigido a todo tipo de público y sirve como material de estudio a estudiantes de sicología, médicos y terapeutas; es por ello que Grijalva Tamayo enfatizó la importancia de que la Universidad Autónoma de Aguascalientes, fuese el lugar donde se haya presentado Meditación azteca en México, ya que este título fue dado a conocer por primera vez en España en el 2015.
En el Auditorio Dr. Ignacio T. Chávez la presentación del libro inició con un performance representado por el grupo Semilla del tiempo, quienes a través de su vestuario e instrumentos musicales prehispánicos envolvieron a los asistentes en un ambiente que remite al material literario
Como preámbulo a la exposición del propio autor, Joel Grijalva dedicó un breve discurso de introducción y señaló que dentro del libro encontraremos “meditaciones que todos podemos utilizar de manera cotidiana, e independientemente que estén vinculadas a la tradición azteca, meditaciones que son para aprender a estar en el mundo de la mejor manera posible, para aprender a aceptar lo que no podemos cambiar y cambiar lo que sí podemos cambiar (…) una manera armónica de estar con uno mismo”.
La obra ha sido merecedora de entrevistas en Madrid y Barcelona al mostrar que el acto de meditar no se relaciona con ninguna religión al ser una actividad meramente humana y que debe realizarse de una forma natural en busca del bienestar personal. El mensaje de Meditación Azteca también señala que este ejercicio espiritual ha estado más presente de lo que creemos; desde nuestras raíces prehispánicas de hace veinte siglos, y que éstas no sólo deben remontarse a la práctica de las culturas orientales.
Grijalva Tamayo apunta que los aztecas, como parte de su meditación, veían internamente a su nahual o animal totémico que les era encomendado desde su nacimiento o adolescencia, reconociendo a través de ellos sus propias características, destrezas y limitaciones, y en la actualidad eso se ve reflejado en lo que denomina “recuperación de la proyección”, donde cada persona que medita encuentra su propia esencia.
El cierre de la presentación consistió en una meditación guiada por el mismo autor acompañado del grupo Semilla del tiempo, donde los asistentes pudieron disfrutar de un momento de reflexión y encuentro consigo mismos.
Con información de la UAA y Vanessa López Hernández