- La falta de planificación en torno a las empresas podría agudizar conflictos de transporte y movilidad
- Propone catedrático de la UAA la creación de entornos celulares cercanos a parques industriales
Antes de que el sexenio de Carlos Lozano de la Torre llegue a su término, el gobierno debería dejar un programa de ordenamiento que siente las bases para un crecimiento urbano armónico con la industria, advirtió Juan José Orozco López, urbanista de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
En la actualidad, el estado se constituye como un polo de desarrollo económico gracias a las gestiones de las autoridades; sin embargo, la industrialización no ha ido aparejada con los servicios y equipamiento urbano que se necesitan. Esta falta de planificación podría desencadenar problemas de transporte, movilidad, falta de servicios públicos y otros fenómenos en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos.
Históricamente las actividades industriales han ocasionado desequilibrios en las ciudades de todo el mundo, ya que la apertura de empresas tiende a generar inmigración; en el caso de Aguascalientes, las empresas han atraído a personas tanto de la periferia, como del interior del estado y localidades circunvecinas como Encarnación de Díaz, Ojuelos, Villa Hidalgo, Loreto, Villa García, Ojocaliente, entre otras.
El catedrático detalló que hasta hace algunos años, todo el flujo se desplazaba de la periferia hacia el centro. Con la llegada de nuevas empresas los destinos se han multiplicado, ahora entre los principales polos de atracción se encuentran los parques industriales que se localizan en el norte y sur de la capital; sin embargo: “no podemos seguir teniendo la ciudad como un eje habitacional y estar mandando a las personas hasta la Nissan II o hasta el Agroparque que está proyectado construir en los municipios”.
Este desplazamiento es causante de problemas de tránsito radicados en la concentración de vehículos en el Primer, Segundo y Tercer Anillo, lo que pudiera evitarse con la construcción de núcleos poblacionales a una distancia prudente de los centros de trabajo: “pero esa gente requiere vivienda, escuelas, áreas deportivas, hospitales, zonas de distracción”.
A decir de Orozco, una zonificación funcional puede lograrse a través de la construcción de barrios, es decir, entornos reducidos pero que satisfacen todas las necesidades de quienes habitan en ellas: “donde la carnicería, la ferretería, el taller mecánico, el trabajo o la escuela se encuentren a distancias caminables; por muchos andadores peatonales que se hagan, no me voy a ir a pie desde la Universidad hasta San Francisco de los Romo, deben tomar en cuenta cuánto está dispuesta la gente a caminar para ir por las tortillas o para llevar a los niños al kínder”.
Remarcó que la planificación es fundamental para lograr un crecimiento armónico de las ciudades. En este caso, el estado debe coordinarse con los municipios que integran la zona metropolitana, en los cuales se cierne el desarrollo inmobiliario de las próximas décadas.