El país está en una encrucijada en la cual se tendrán que tomar una serie de medidas, algunas muy dolorosas, pero que no tendrán reversión. Todo esto debido a que el entorno internacional se ha vuelto muy difícil, y que ahora, con la caída del precio del petróleo, siendo este uno de los principales ingresos para el Gobierno Federal, y al entrar en un periodo de crisis económica Pemex, y con la salida de capitales de la inversión líquida, y con una baja de entrada de capitales, la más pronunciada en 12 años, pues en 2014 tuvimos un flujo positivo de 46 mil 345 millones de dólares, y en 2015 de 27 mil 985 millones de dólares, y desgraciadamente con la misma tendencia para este año.
Aunado a esto, nos encontramos con una debilidad en las manufacturas, pues ha bajado la exportación a causa de que los mercados exteriores han reducido sus requerimientos; la minería y la construcción privada han tenido una desaceleración a causa de que la demanda interna ha bajado, y en el caso de la minería, los mercados no están requiriendo las mismas cantidades de insumos, y han bajado drásticamente los precios. En lo referente a la infraestructura oficial, será recortada de manera fuerte, a causa de los recortes presupuestales y el impacto en las empresas privadas, que son contratistas del gobierno, sufrirán un recorte.
Hay una preocupación que han externado varios actores políticos, que pasando las elecciones se van a aumentar los impuestos, en virtud de que el déficit en las finanzas gubernamentales se presionará. Por ejemplo, los últimos dos años dicho déficit en un 50% se cubrió con deuda pública, solamente en 2015 el saldo negativo de la cuenta corriente fue de 32 mil 381 millones de dólares, lo cual es igual al 2.8 del PIB -producto interno bruto- que ha sido el más alto de la historia; en el año 2014, el 48% del déficit fue cubierto con deuda pública.
La situación internacional es tan delicada que se está reuniendo el grupo G-20 en Shangai, preocupados porque se está avizorando una recesión mundial, que lastimaría los mercados, sobre todo ahora que los saldos de comercio, de los países como China y los Europeos, son negativos con respecto a sus resultados de 2014.
En lo interno debemos de tomar en cuenta que el recorte del gasto público va a afectar los presupuestos estatales y municipales, y que ahora se reflejaran de manera importante sus márgenes de operación, al ver cuánto es lo que ya tienen comprometido con el pago de sus deudas y cuánto les queda para inversión, después de descontar el gasto corriente, el cual, en algunos casos, no lo pueden enfrentar. Así que es posible que muchos queden insolventes, lo cual sería muy complicado y peligroso.
Ahora las deudas de los gobiernos, en los tres niveles, y las paraestatales y organismos descentralizados, que tienen deudas con sus proveedores, si no los cubren, provocarán quiebras en las empresas. Debemos de tomar en cuenta que se habla de una cantidad en estados y municipios superior a los cien mil millones de pesos, y esto afectaría las economías regionales.
Todos estos fenómenos han comenzado a afectar las estimaciones a futuro, pues ahora se habla que las predicciones de la inflación, este año, la sitúan entre 3.10% a 3.38%, y el PIB (producto interno bruto ) en 2.49% a 2.70% según los especialistas, y ya comienzan a revisar sus proyecciones con respecto a los factores de cómo se comportará la economía nacional, en un entorno internacional incierto; sólo nuestro trabajo y previsión nos podrá ayudar a salir adelante, hoy nos toca hacer lo nuestro.