Alfredo López Austin es un hombre sabio que ha sabido penetrar en el pensamiento de ayer y hoy - LJA Aguascalientes
03/12/2024

  • Tengo derecho a seguir disfrutando de mi trabajo, señala el académico en víspera de su cumpleaños 80
  • Prepara el INAH libro homenaje coordinado por Eduardo Matos Moctezuma y Ángela Ochoa

 

En víspera de su cumpleaños 80, el historiador Alfredo López Austin (Ciudad Juárez, Chihuahua, 12 de marzo, 1936) confiesa vivir permanentemente en la autocrítica, pues siempre piensa en qué tanto ha producido durante su vida.

“Esta profesión tiene momentos de satisfacción, momentos de duda, momentos en que uno quiere rectificar el camino y tiene que hacerlo. En términos generales nunca me he desanimado, por el contrario, he llegado a una edad en la que muchos me dicen deja de trabajar, y digo: Si dejo de trabajar pierdo uno de los factores más placenteros de mi vida. Tengo derecho a seguir disfrutando de mi trabajo”, reveló en entrevista el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Alfredo López Austin es uno de los más connotados estudiosos del México precolombino, experto en cosmovisión mesoamericana y en los pueblos originarios de México, quien descubrió su vocación de historiador después de tres años de ejercer la abogacía.

Para él, la historia es básicamente el estudio de las transformaciones que sufren las sociedades, un juego entre cambios y permanencias que hace que todo el devenir de las sociedades humanas se vea en constante dinamismo desde que el hombre es hombre.

Consideró que su propósito como historiador ha sido dedicarse particularmente al estudio de las sociedades indígenas de México, principalmente en el pasado y fundamentalmente desde los aspectos de la cosmovisión: “En la actualidad sigo trabajando la cosmovisión en distintos aspectos y los proyectos que están ahora en marcha tienen precisamente este enfoque, aspectos sobre todo al ámbito religioso.

“El estudio de la cosmovisión tiene que descansar, en gran parte, en los mitos, cualquiera de nuestras producciones sociales es un reflejo de la cosmovisión, pero hay reflejos que son más fieles, más descriptivos y entre ellos está precisamente el mito o el rito. En particular, he escogido el camino del mito como uno de los más productivos, con el objeto de que me conduzca al descubrimiento de los principios básicos de toda cosmovisión.”

El académico agregó que los mitos le interesa verlos en su conjunto, para estudiarlos como una forma de lenguaje mediante el cual se transmiten los conocimientos fundamentales de una generación a otra. El miembro  del Sistema Nacional de Investigadores expuso que la mitología tiene una lógica de pensamiento y no sólo es una colección de narraciones.

 


Referente obligado en el quehacer antropológico

El académico, quien en sus trabajos refleja su interés por entender la cultura mesoamericana desde la propia visión indígena, comentó que estar en la Unam fue el camino para cumplir sus anhelos en forma más eficaz y productiva: “Proveniente de provincia, no es fácil la adaptación, pero en la universidad encontré una calidad de recepción que es la que me permitió desarrollarme”.

Junto con el también historiador Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin se convirtió en discípulo de Ángel María Garibay, quien lo introdujo en el aprendizaje del náhuatl, desde entonces décadas de estudio en torno a la vida indígena de México han hecho del destacado investigador un referente obligado en el quehacer antropológico.

Señaló que en la universidad se deben comprender tres campos respecto a su vida académica: la obligación de investigar, contribuir con la docencia y fomentar la discusión: “Una investigación es incompleta si no se está cotejando constantemente con el pensamiento de las nuevas generaciones. Uno tiene que mantener el diálogo constantemente abierto. Un investigador no puede, yo no he podido hacerlo, dejar de dar clase, porque debo probar mis aseveraciones, mis propuestas y la mejor manera de probarlas es contrastándolas con profesionistas que tienen otra idea del mundo”, refirió.

Entre las distinciones que ha recibido a lo largo de su trayectoria destacan el Premio de Estudio Cultural, del Instituto de Estudios Interculturales y Transdisciplinarios, Tokio, Japón (1993); el Premio Universidad Nacional en el área de investigación en ciencias sociales; el reconocimiento del Centro Studi Americanistici Circolo Amerindiano, de Perugia, Italia, en 2007; así como el premio Linda Schele, otorgado por la Universidad de Texas en Austin, y la Medalla H.B. Nicholson, de la Universidad de Harvard.

Alfredo López Austin se mantiene activo, este 2016 tiene varios proyectos, entre ellos un trabajo sobre la creencia de los gigantes en el mundo indígena y el relacionado con la ética derivada de la religión antigua.

 

Ejemplo para nuevas generaciones

En opinión de Eduardo Matos Moctezuma, miembro del Colegio Nacional, López Austin, también conocido por sus facetas como sociólogo y antropólogo, es un hombre dedicado, ejemplo magnífico para los jóvenes y no tan jóvenes estudiosos: “Alfredo López Austin es un hombre sabio que ha sabido penetrar en los arcanos del pensamiento de ayer y hoy. Es un ejemplo en cuanto a su dedicación, a la importancia que han tenido sus investigaciones y publicaciones, que son muchas. Creo que Alfredo ha destacado en dos cosas fundamentales: la investigación y la docencia”.

La constancia en sus investigaciones se refleja en su impartición de conferencias, en su producción bibliográfica, así como en los artículos científicos que ha publicado en diversos medios que sumados dan más de 135.

Respecto a la docencia, Matos Moctezuma destaca su papel como formador de nuevos cuerpos de investigadores, esto a través de sus clases y seminarios que da en la UNAM, donde la dirección de tesis de licenciatura, maestría y doctorado son parte de sus actividades.

En opinión de Eduardo Matos Moctezuma: “Creo que es un ejemplo a seguir por las nuevas generaciones de investigadores”. El antropólogo recordó que en 2013 Alfredo López Austin fue homenajeado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Unam y el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (Cemca) con un coloquio en el que participaron José María Calderón, Ruy Pérez Tamayo, Andrés Molina, Antonio García de León, Alessandro Luppo, José Rubén Romero, Yolotl González, Guilhem Olivier, Leonardo López Luján y Xavier Noguez.

En él, algunos de los temas abordados fueron: Los mitos de Alfredo López Austin, Los pueblos originarios de la Ciudad de México y la tradición religiosa mesoamericana, Los vínculos entre arqueología e historia en el estudio de Mesoamérica, Ritos mexicas de sacralidad y purificación y De ancestros, guerreros y reyes muertos. El simbolismo del Tlauhquéchol.

De este encuentro se derivará un libro homenaje, coordinado por Eduardo Matos Moctezuma y Ángela Ochoa, investigadora de la Dirección de Lingüística del INAH: “Serán tres tomos en donde vienen artículos de más de 50 investigadores que  participaron en ese homenaje de septiembre de 2013, uno de los tomos está dedicado a su biografía y obra, ahí vienen acumulados todos sus libros, artículos, fotos familiares y su recepción profesional.

“Los tres tomos están en prensa por el INAH y esperamos que por septiembre u octubre ya se tengan los ejemplares para darlos a conocer y difundirlos de manera significativa para que se conozca la vida y obra de este investigador.”

Entre las publicaciones están: La constitución real de México-Tenochtitlán (1961); Juegos rituales aztecas (1967); Textos de medicina náhuatl (1971); Hombre-dios. Religión y política en el mundo náhuatl (1973); Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas (1980); La educación de los antiguos nahuas (1985); Una vieja historia de la mierda (1988); El conejo en la cara de la Luna. Ensayos sobre mitología de la tradición mesoamericana (1994); Tamoanchan y Tlalocan (1994); Breve historia de la tradición religiosa mesoamericana; Calpulli. Mitología de Mesoamérica, está también traducida al japonés por Tetsuji Yamamoto y Aiko Shinohara (2013).

 

Con información de la Secretaría de Cultura


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