Por Noé García
En la colaboración que me antecedió, Francisco Aguirre perfectamente describe y detalla la amorfidad ideológica y uso franquiciatario de un partido político como el PVEM. Pero no deja de ser interesante como se ha gestado esta institución un tanto amorfa sobre el sistema de partidos. Son especialistas en la negociación en la mesa, y expertos en utilizar los resquicios electorales para esgrimir engaños y tretas mediáticas para buscar simpatías de algunos despistados ciudadanos.
Su rol y objetivo en esta elección es claro, asegurar el mayor número de posiciones, desde la mesa de la mega alianza ya pactaron cargos que les interesan, muy probablemente además de los distritos que les toca encabezar, tendrán sendas secretarías en el Gobierno del Estado y espacios administrativos para su burocracia; desde mi punto de vista su estrategia de ir solos en las alcaldías obedece más a ser utilizada como una válvula de escape de los múltiples compromisos y promesas de su candidata a gobernadora y de paso le garanticen representación plurinominal en los municipios. Ganar-ganar, será para ellos.
Otro lamentable caso es el PRD, no pasó un solo día de la elección del 2014 cuando los que encabezan dicha franquicia política en Aguascalientes ya anunciaban la continuación de la alianza electoral en 2016 con el PAN. Nunca se preocuparon por realizar una alianza de gobierno, o hacerse presente con su toque ideológico en las decisiones de las administraciones panistas, su única preocupación fueron los espacios burocráticos.
Recordemos los últimos resultados; en la capital 2.1 por ciento, en la elección a diputados un 3.6 por ciento, las más baja en su historia, pero tuvieron como nunca espacios en las burocracias municipales. Lo anterior fue la puntilla para el escaso trabajo político y de estructura que tenía el PRD, la embriaguez de los cargos adormecieron la actividad social y borraron por completo el compromiso ideológico.
Pero no contaban que los acuerdos en las esferas nacionales se impondrían con el compromiso local, la información oficial dice que la intervención del Gobierno Federal boicoteó la alianza en Aguascalientes; pero lo que trasciende es que el buen trato del Gobierno del Estado con los legisladores, por un lado y la añeja relación de la candidata priista con algunos dirigentes nacionales del PRD fue lo que determinó la no alianza en Aguascalientes, de hecho, en el comité nacional del PRD fue unánime el NO, incluyendo a los referentes de la corriente Nueva Izquierda, a la cual pertenece la dirección local.
¿Cuál será su rol y objetivo? Podría decirse que sobrevivir electoralmente, pero no, será el de buscar pactar con el candidato que pueda ganar, aun cuando signifique sacrificar a sus candidatos, y tratar de comprometer desde la mesa a que les den los cargos burocráticos que tanto desean, y si de paso les alcanza para una plurinominal pues que mejor.
Aquel rol que el PRD alguna vez jugó, el de ser la conciencia crítica, el de encabezar la agenda la política en Aguascalientes, se esfumó, hoy se reacciona a la agenda de otros; aquel discurso inteligente, opositor, crítico pero propositivo, el que ganaba debates y representaba a los desprotegidos y generaba simpatías en universitarios, aquella postura que atraía a académicos, empresarios y ciudadanos sin partido para encabezar candidaturas y que llevaría como pin de orgullo en su currículum independientemente del resultado obtenido. Hoy su discurso está reducido a porcentajes y posiciones, y que dicho sea de paso, antes cuando esto no era la prioridad, los porcentajes y resultados eran significativamente mejores que los actuales.
Lo anterior es parte de las bondades de sistemas como el nuestro. El asfixiante autoritarismo y la falta de garantías democráticas por más de 80 años en nuestro país, generaron un sistema de partidos con demasiados beneficios para instituciones que sólo son utilizadas como instrumentos de intercambio electoral, que son usados de una manera pragmática en busca de conservar el poder.
@noeg2