¡Chula de bonita! quedó la Casa Terán, una edificación del siglo XVIII, luego de su reconstrucción y restauración, a cargo del Gobierno del Estado, tras la explosión ocurrida el pasado 25 de julio de 2012.
Cuando tenga usted invitados venidos de otras tierras, no deje de llevarlos a recrearse con la belleza de la construcción, que es sede también de la asociación civil Amigos de Jesús Terán.
Por los mentores. Mi querido profesor de quinto grado de primaria, Evaristo Velasco Álvarez, maestro en pedagogía, líder liberal, pensador y escritor hidrocálido; me invitó a presenciar hace un par de semanas, la conferencia ¿Qué es el dinero? A cargo del economista y analista financiero José Luis Gutiérrez Lozano, compañero de pluma en este y otros espacios editoriales, cuya lectura cada miércoles recomiendo.
Recuerdo con especial cariño aquel segundo lugar en el certamen de oratoria, organizado por el entonces joven profesor, recién egresado de la normal: Evaristo Velasco. Era una primaria para hijos de ferrocarrileros llamada ¡claro! Héroe de Nacozari. Evaristo tendría unos 20 años, yo quizá doce. Manuel Ramos Hernández, de sexto grado, fue el ganador del certamen escolar y su triunfo fue más que justo. Sin embargo, la frustración se apoderó de mí y me era difícil contener las lágrimas. ¿El motivo? A Manuel le había tocado en suerte disertar sobre Benito Juárez García y a mí ¿Adivinan? ¡Jesús Terán Peredo! Lo que a mi entender me había colocado en desventaja, dada la popularidad del Benemérito, frente al poco loado también reformista Terán.
El profesor se convirtió en mentor cuando se acercó a mí, entonces “cocino-polis-imberbe”, para decirme que él mismo había propuesto el tema Jesús Terán y que lo había hecho como un reto a la suerte y preparación de quien lo insaculara. Que tenía yo, ante ello, dos opciones: seguir culpando a la suerte por el supuesto infortunio, o tomar por el camino de la preparación, a la espera del momento en que cruzara con la oportunidad. Aunque yo miraba encorajinada el enorme anillo magisterial que portaba el maestro, e insistía en que “vida y obra de Jesús Terán” eran un exceso en un certamen escolar, interiormente sabía que Evaristo Velasco tenía razón y que… algún día tendría que agradecerle, como lo hago hoy públicamente, no haber condescendido conmigo y haberme retado a llegar, hasta dónde no sabía yo -modesta hija de un sindicalista ferrocarrilero y una auxiliar de enfermería-, que se puede llegar.
Esa mañana en la primaria Héroe de Nacozari, me comprometí conmigo misma a no detenerme hasta ganar, como sucedió años más tarde, un certamen nacional de oratoria y luego el premio estatal de la juventud en oratoria. Ese día fue un parteaguas para no dejar pasar nunca más una oportunidad por falta de preparación. Y hoy unos treinta años después entiendo lo afortunada que fui, cuando extraje de la urna del futuro, un reto de vida diseñado no por un profesor: sino por un educador, un liberal y un pensador, llamado Evaristo Velasco Álvarez.
Por los amigos. Los amigos de Jesús Terán son una agrupación de creadores, maestros y eruditos. Hombres y mujeres sumamente destacados en Aguascalientes: poetas, escritores, artistas e intelectuales unidos por la vocación liberal y el ánimo progresista.
Estos buenos amigos del abogado y diplomático Terán, reunieron un nutrido auditorio para compartir las reflexiones de José Luis Gutiérrez Lozano esa tarde aún fría. Pero también para anunciar lo insólito: la entrega del poder.
Los amigos del reformista anunciaron que se retiran de la Coordinación General de la asociación para ceder el paso a una nueva y más joven generación. Ahí mismo dieron a conocer una convocatoria para relevar a su comité directivo, con los requisitos de “no ser mayor de 26 años”, y ¡por supuesto! “coincidir ideológicamente con su agrupación, que propugna el Estado laico y nacionalista establecido por el Constituyente, sin fueros ni privilegios y con los derechos y garantías establecidos, entre los que destaca la educación laica, así como gratuita en caso de que sea impartida por el Estado”.
Los Amigos de Jesús Terán dieron a conocer, en esa finca de ensueño provinciano (propiedad originaria de la familia Terán), que ya lograron obtener de la actual LXII Legislatura del Congreso del Estado el decreto que denomina este año 2016, como el “De Jesús Terán y de Jesús F. Contreras”.
Por lo nuevo y lo mejor. Celebrar a nivel nacional el bicentenario del natalicio del abogado Jesús Terán Peredo; difundir la vida y obra del jurista y diplomático; y forjar, con el ejemplo de su entrega a la vida pública y servicio de la nación, una ciudadanía informada y madura; son los retos que tendrán los jóvenes que tomarán la estafeta el próximo 25 de abril.
Usted, apreciable lectora, estimado lector, ¿había sido testigo alguna vez de un relevo generacional pactado? Yo no. ¡Y mire que he vivido! Habrá que estar pendiente de lo que sucederá en tan singular asociación, en su afán por “comprobar que su labor puede trascender el ciclo vital de las generaciones” y de la inquieta actividad de su actual coordinador general, el controvertido periodista y escritor aquicalidense Netzahualcóyotl Aguilera Ruiz Esparza.
Nos vemos en la próxima. Recuerde usted que en esta su cocina, se come, se lee, se estudia y se conversa de todo… especialmente de política.