Me parece muy interesante el diseño que el maestro Román Revueltas propuso para la primera temporada del año en curso de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, una temporada temática, según es la costumbre del director musical de nuestra máxima entidad musical. En este caso ha llamado a esta temporada Superpotencias de la música. Cada uno de los conciertos está dedicado a presentar, a grandes rasgos, la esencia musical de cada uno de los países seleccionados para esta temporada: Austria, Rusia, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra.
Por cierto, esta temporada ofrece dos conciertos especiales, uno de ellos es el de los 50 años del buen tunar en Aguascalientes con la Tuna Aguascalentense y la OSA, este concierto se realizará el 14 de febrero a las 12:30 horas en el Teatro Aguascalientes. El otro concierto especial, me llama más la atención, es el de la presentación de la Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach. El maestro Revueltas comentaba en la rueda de prensa que se pretende crear una especie de tradición, como sucede en Navidad con el Cascanueces de Tchaikovski, el presentar en vísperas de la Semana Mayor, una de las pasiones de Bach, quien tiene dos completas, San Juan y San Mateo, en esta ocasión será la de San Juan, con una orquestación más ligera y con una duración menor a la de Mateo, que raya las tres horas. En verdad esto es fenomenal, esperemos que se concrete esta tradición.
En el primer concierto fue Austria el país invitado, y, tú sabes, Austria es indudablemente uno de los centros musicales más grandes del mundo y de la historia de la música. Es la tierra de Haydn, Strauss, Mozart, Schubert y una lista que resultaría imposible de presentar, y claro, no viene al caso, lo que sí me sorprende es que en un concierto dedicado a Austria no se incluya una sola obra de Mozart, no deja de sorprender, pero es la propuesta del maestro Revueltas y, bueno, a disfrutarla.
El concierto inició con el Vals Emperador de Johann Strauss hijo, con todo ese sabor de la Viena galante del siglo XIX y rompiendo un poco con la estructura convencional de un programa sinfónico, en donde después de una obra corta, que puede ser una obertura, o un vals o cualquier otro formato de poca duración, continuaría un concierto para terminar con una sinfonía. En este caso el maestro Revueltas, que fue el encargado de dirigir este programa, presentó, después de la obertura de Strauss, una de las máximas referencias de Austria, la Sinfonía no. 99 de Franz Joseph Haydn, el padre de la sinfonía. Esta obra pertenece al ciclo de las Sinfonías Londres, las últimas 12 de las 104 que el maestro compuso. Después del intermedio, disfrutamos de la Sinfonía no. 5 de Franz Peter Schubert, uno de los máximos representantes del romanticismo musical, aunque particularmente esta sinfonía tiene algunas reminiscencias del clasicismo, una de ellas es encontrar un menuetto en el tercer movimiento, o la orquestación, que es muy apegada al contexto de la música clásica en lugar de utilizar una orquestación romántica.
Pero aun con la ausencia inexplicable de Mozart, y conste que no soy exactamente un melómano mozartiano, el concierto resultó sumamente disfrutable, uno podría pensar que este tipo de repertorios no son muy exigentes para los músicos y que de hecho hay una especie de molde para lograr una buena ejecución de estas obras, pero no, sonar a clasicismo, ser fiel al contexto histórico en el que una obra fue creada, en este caso la Sinfonía no. 99 de Haydn, representa un verdadero reto para los intérpretes y la Sinfónica de Aguascalientes, dirigida por el maestro Revueltas, hizo de cada una las tres obras ejecutadas una verdadera delicia.
Para la próxima semana, en el segundo concierto de temporada, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos presenta a Rusia, con tres obras de Tchaikovski: La Serenata Melancólica, Souvenir d’un lieu cher, OP. 42 y el Vals Scherzo, OP. 34, y después del intermedio escucharemos la Sinfonía no. 8, OP. 65 en do menor. Contaremos con la participación del violinista Román Pavón y la dirección del maestro Román Revueltas. Aquí también notamos ausencias difíciles de entender, la música rusa es inagotable, y es imposible no preguntarnos por Mussorgsky, Rimsky-Korsakov, Alexander Borodin, y por supuesto, Igor Stravinsky, entre no sé cuántos más, pero bueno, es la propuesta del maestro Revueltas. La música seleccionada es sin duda exquisita, pero me parece imposible ignorar las ausencias.
La cita con su majestad la música es el próximo viernes 12 de febrero a las 21:00 horas en el Teatro Aguascalientes, por ahí nos veremos si Dios no dispone lo contrario.