07Ante casos de mala atención, fallas o algún problema en la ciudad, varios hemos deseado que alguien estuviese cerca para solucionarlo, tomar una foto o video para publicarlo en Facebook o Twitter y esperar una verdadera acción por parte de alguna dependencia, y aunque los medios sociales parecen ofrecer la posibilidad de generar presión, lo cierto es que la respuesta dependerá de la gravedad del asunto para la imagen pública de la instancia gubernamental en cuestión. Sin embargo, en la delegación Miguel Hidalgo, a cargo del PAN, en la Ciudad de México, se está dando testimonio del gran impacto benéfico de las tecnologías cuando se utilizan como recursos de apoyo, toda vez que existe un verdadero sentido de responsabilidad sobre la función pública, pues se expone a través de medios sociales problemáticas urbanas, se da atención para su resolución o sanción, y especialmente se promueve la corresponsabilidad entre la entidad pública y los ciudadanos; un modelo que, aunque no es nuevo, se ha fortalecido gracias a la visibilización mediática y que vale la pena ser considerado para su aplicación en otras ciudades.
El city manager (administrador o gerente municipal) de la delegación Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, da testimonio del gran impacto benéfico cuando las tecnologías, como recursos de apoyo, se armonizan con una verdadera responsabilidad con la ciudadanía. Diariamente realiza recorridos por las calles para identificar banquetas y accesos para personas con discapacidad bloqueadas, tiraderos clandestinos, personas que tiran basura o apartan lugares en la calle, baches, automóviles estacionados en zonas prohibidas y abandonados, por mencionar algunos ejemplos. Si bien esta acción ya es benéfica, aus den Ruthen informa sobre sus actividades en Twitter y Facebook, además de realizar transmisiones en vivo sobre sus recorridos, lo cual además de impulsar la respuesta de las instancias correspondientes, genera una presión en la ciudadanía infractora para evitar que las faltas vuelvan a presentarse.
Aunque el modelo del city manager no es nuevo, e incluso se realizó un programa piloto en Tijuana durante los inicios del segundo milenio, lo cierto es que el actual de la delegación Miguel Hidalgo consolidó las funciones y evidenció el impacto benéfico de esta figura al recurrir a las tecnologías y plataformas digitales para generar una mayor exposición de las problemáticas, las soluciones y los actores involucrados, que ha impulsado respuestas más inmediatas y eficaces, así como una mayor concientización de lo urbano como un ecosistema de interacción en el cual no sólo son responsables los funcionarios públicos, sino también la ciudadanía.
Si bien existen otros ejemplos sobre la corresponsabilidad a través de la visibilización mediática, como los Supercívicos, se muestra nuevamente que a través de la institucionalización, cuando el Estado asume su parte, evita el paternalismo y complementa sus facultades con una visión más social, es posible innovar y desarrollar programas de beneficio para la ciudadanía a la que se deben.
Esto nos permite reposicionar la relevancia de la movilización ciudadana, pues las propuestas y alternativas generadas al interior de la población hablan de sus necesidades y problemáticas, la materia prima sustancial para el desarrollo de la administración pública, pues no es efectivo el diseñar programas de la nada, bajo un esquema de interpretación ajeno a la realidad que se dice atender.
En Aguascalientes el tema del ordenamiento y movilidad urbana se ha posicionado en lo público durante los últimos años, se han propuesto proyectos, se han generado debates y se han manifestado múltiples opiniones; sin embargo, las áreas correspondientes no se han sumergido en la ciudadanía común, popular, mayoritaria; no han recorrido sus calles, no se han subido a sus autobuses ni han procurado su concientización con base en un pensamiento comunitario de solidaridad, convivencia y corresponsabilidad. Y la figura del gerente de municipio podría ser una opción, especialmente para las futuras administraciones, pues podrían iniciar una cercanía con la población, que les permitirá reconocer la situación a la que se enfrentarán para así generar las estrategias necesarias que posibiliten una mejor ciudad y la corresponsabilidad.
No todo lo que brilla es oro, ni todas las acciones implementadas por las instituciones como el Estado son malignas o inservibles, y la delegación de la Miguel Hidalgo en la Ciudad de México está dando muestra de lo efectivo, lo benéfico y lo relevante de la confluencia entre la sociedad civil, las oportunidades de las tecnologías de comunicación e información, pero especialmente cuando existe un verdadero compromiso por ofrecer soluciones tangibles y pertinentes a las problemáticas que debe responder como función pública que asume. Y aunque esto es una responsabilidad laboral, lo cierto es que en tiempos como el actual vale la pena compartir los casos en que la ciudadanía ha generado el cambio, pues sólo a través de la acción civil es posible transformar los sistemas, formas y sentidos de la gobernabilidad.
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