En la elección para gobernador de Aguascalientes de 2010, la diferencia que hizo ganar al PRI fue de casi 5 puntos, dejó en segundo lugar al PAN y su candidato (Martín Orozco Sandoval) un Carlos Lozano de la Torre impulsado por tres partidos: PRI, Verde Ecologista y Nueva Alianza.
En 2016, se repite un escenario similar: Acción Nacional vuelve a ir solo y con el mismo candidato, mientras que el PRI logró la complicidad de Nueva Alianza, el Verde y el Partido del Trabajo para llevar a la gubernatura a Lorena Martínez Rodríguez. Las similitudes terminan ahí; nadie apuesta en este momento a una victoria rotunda de alguno de los dos bandos, tampoco nadie se arriesga a asegurar que la diferencia de votos sea mayor a los dos puntos, la predilección favorita es que será una contienda cerrada.
¿Por qué si en 2010 la alianza logró que el PRI recuperara el gobierno estatal, en 2016 no se puede asegurar lo mismo? La respuesta de bote pronto es la desconfianza que despierta el evidente interés de los partidos al agruparse alrededor del PRI; lo que en la elección anterior logró capitalizar el descontento contra la infame administración del panista Luis Armando Reynoso Femat, en esta ocasión no logra sumar los logros del gobierno actual ni ser factor para destacar las virtudes de su candidata, la amalgama los partidos sólo consiguió evidenciar lo peor de la partidocracia.
Al voto duro del PRI se suman el descredito del Verde, organización que en Aguascalientes es incapaz de convocar militantes suficientes como para llenar los cargos de elección popular que le dejó la coalición; mientras que Nueva Alianza, a pesar de su fortaleza en municipios específicos, carga a cuestas el abandono en que ha dejado a su militancia por no saber apoyar a los maestros ante la desinformación producto de la Reforma Educativa (más que nada laboral) de la administración federal; y el Partido del Trabajo no ha sabido superar lo que es una evidente avaricia, tras estar a punto de perder el registro, decide tirar su capital político para aferrarse al presupuesto público.
A punto de iniciar formalmente la contienda, los candidatos del PRI con aliados y el PAN en soledad, han tenido que aligerar peso y desentenderse de las estructuras partidistas, ambos saben que esta elección se trata de personas, ambos buscan empatía con ese voto que los hará ganar o perder por la mínima diferencia.
@jornadags