En medio siglo se ha triplicado la población estatal, pero centros penitenciarios no han crecido en la misma proporción
Las instalaciones del Cereso propician el hacinamiento de delincuentes procesados o sentenciados por diferentes ilícitos
No hay suficiente capacidad instalada en los reclusorios de Aguascalientes para alojar a las personas privadas de su libertad, sea porque cumplen una sentencia o se encuentran bajo proceso, señaló el presidente del Colegio de Abogados, Francisco Frausto Ruiz Esparza.
Desde su construcción -en los años 70- a la fecha, el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Aguascalientes prácticamente no ha incrementado su capacidad, mientras en ese plazo la población del estado pasó de 338.1 mil habitantes en el año de 1970 a un millón 184 mil habitantes en 2010, según datos censales del INEGI: “Se creó el Cereso de El Llano pero sólo es para los sentenciados, es decir, los que van a cumplir su pena. En el Cereso de la salida a Calvillo se han hecho adecuaciones, espacios de alta seguridad, detenidos de prisión preventiva, el cuadro de entrada, el servicio médico, sí hay todas esas áreas pero en las áreas de reclusión, donde los internos pasan la mayor parte de su horas, el espacio no ha crecido y es ahí donde existe hacinamiento”.
Además de que la población sobrepasa la capacidad de la penitenciaría estatal, el especialista dijo que sin una separación física los internos conviven entre sí convirtiendo el inmueble en una “escuela del vicio”: “hay una revoltura de delincuentes, unos de delitos leves, otros de delitos graves, otros de alta peligrosidad, de delincuencia organizada, de delitos federales, secuestradores, todos juntos”.
A consecuencia de este fenómeno, los recluidos construyeron códigos de conducta. Frausto comentó que en algún momento, se presentaron problemas de autogobierno en el Cereso donde los presos quisieron establecer un mando que incluso era respetado por las autoridades del penal: “hay castigos, hay áreas como la de alta peligrosidad pero también hay canonjías, hay libertades que algunos no pueden tener y otros que sí pueden; se dan tratos diferentes a cada quién y eso ocurre sobre todo con los sentenciados por homicidio o los que tienen delitos que ameritan mucho tiempo de reclusión. Ellos prácticamente viven tranquilos”.
Todo esto propicia que los internos perfeccionen sus técnicas delictivas y el legista señaló al sistema penitenciario como responsable, directa o indirectamente, de que no se logre la reinserción de los delincuentes y que, por el contrario, se registre la reincidencia: “les llaman centros de readaptación, pero ¿cómo readaptas a alguien que no estaba adaptado? Readaptar es que sí lo estaba y lo regresan a su entorno pero muchos de ellos nunca lo estuvieron y se les tendrá que dar una educación para incrustarlos nuevamente en la sociedad”.
–¿Hay algún modelo de infraestructura carcelaria digno de replicarse aquí?
–Los criminólogos desde mediados del siglo pasado daban ideas, de hecho la cárcel de Lecumberri tiene una estructura circular y se proponía ese tipo de estructura; hay muchos proyectos y propuestas con todos los adelantos técnicos, de tener en observación a las personas de darles escuela, ejercicio y tratamiento para que se reintegren a la sociedad pero si dentro no tienen esos aspectos para mejorar la conducta entonces, ¿cómo le van a hacer una vez que salgan? Es difícil, ahí se aprenden muchas cosas.
El presidente del Colegio de Abogados mencionó que para ingresar a la cárcel es necesario someterse a una revisión tan escrupulosa que a estos profesionistas no se les permite acercarse a menos de tres metros de los internos, a pesar de que la Constitución autoriza el acercamiento con fines de defensa.
Como mienten nuestros funcionarios y el propio gobierno, no que no había hacinamiento.
También el hecho de que se construyan más cárceles es la solución
Es un sistema enfermo, donde vivir dentro de una cárcel es un infierno, hay cuotas para todo, y todos están involucrados.
Y mientras no haya oportunidad de trabajo digno con un salario no de miseria, más todavía en Aguascalientes o bien de estudiar.