El Partido del Trabajo (PT), que encabeza en el ámbito nacional un dirigente originario en San José de Gracia, el señor Alberto Anaya, y en Aguascalientes el diputado local Jesús Rangel de Lira, ha aprovechado la coyuntura de una coalición electoral ganadora y se ha colocado con el Partido Revolucionario Institucional para apoyar a Lorena Martínez Rodríguez, su candidata a gobernadora en el periodo 2016-2022. Esta será la segunda ocasión que el PT firma una coalición con el PRI, pues en 2004 lo hizo para la campaña de Óscar González Rodríguez (gobernador) y Carlos Lozano de la Torre (presidencia municipal).
Para los comicios del 5 de junio de 2016, el PT desechó las opciones partidistas de “izquierda o progresistas” en Aguascalientes con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que ha preferido apoyar al PAN, bajo la hipótesis de que “la gran misión de la izquierda consiste en vencer al PRI”, y en lugar de construir sus propias victorias el PRD podría perder sus seis mil votos leales que aún le quedan en la entidad. El PT tampoco accedió a unirse con el Partido del Movimiento Ciudadano (MC) que ha consolidado su propio juego político en la búsqueda de no caer mucho más bajo en la preferencia del electorado.
De la “Izquierda progresista” en Aguascalientes, el PT es el partido más competitivo y consistente en materia electoral y definitivamente, en el terreno de negociación política ha sido más eficaz que el PRD y MC. En términos de votación registra mucha mayor consistencia y sabe ganar elecciones municipales. El PT gobierna los municipios de Rincón de Romos y El Llano y tiene un diputado plurinominal en el Congreso local. Ha invertido bien su financiamiento público y privado, genera gestión social y negocia con inteligencia política para mantener vigentes y movilizados alrededor de siete mil 500 votos leales y potencialmente unos 10 mil los votos más llamados lectores switcher, aprovechando el impulso coyuntural de candidaturas exitosas como las de Andrés Manuel López Obrador en 2006, 2009 y 2012, hasta alcanzar los 21 mil sufragios en nuestra entidad.
La votación del PT en Aguascalientes ha sido la más consistente de los partidos de izquierda. En las últimas tres elecciones estatales, el PT elevó su votación al pasar de alrededor de seis mil sufragios en 2007, a 19 mil en 2010 y 21 mil en 2013. En las últimas cuatro elecciones federales sucedió algo similar: pasó de 6 mil votos en 2009, a 11 mil en 2012 (con López Obrador); y en 2015 (elección ordinaria) unos 7 mil sufragios; pero la votación más sorprendente del PT fue en la elección extraordinaria del distrito electoral federal 01, en Jesús María, donde el 6 de diciembre de 2015 sumó en un solo distrito la extraordinaria cifra de 14 mil sufragios (esto merecerá un análisis especial).
Evolución de la votación obtenida por el Partido del Trabajo 2007-2015. Estado de Aguascalientes. Fuente: El Gran Elector 1995-2015. Pérez Calleja, David. 2015. | ||
Tipo de Elección | Año | Votos |
Estatal | 2007 | 6041 |
Federal | 2009 | 6428 |
Estatal | 2010 | 19626 |
Federal | 2012 | 11629 |
Estatal | 2013 | 21504 |
Federal | 2015 | 7315 |
Federal | 2015 (extraordinaria DEF 01) | 14046 |
El PT en Aguascalientes ha demostrado que sabe cómo ganar con votos. El método podría ser cuestionable pero los resultados son indiscutibles y cuentan. Mientras tanto, el PRD y MC han perdido miles de seguidores y no parecen tener la fuerza regional suficiente como para ganar elecciones municipales o distritales. Y su votación hoy resulta realmente marginal con respecto al valor en votos que representa el PT.
En el proyecto de gobierno de coalición que Lorena Martínez Rodríguez encabezará en Aguascalientes, la gran tarea del PT consistirá en colocar sus talentos y convicciones sociales de “izquierda social progresista” para desarrollar los proyectos de políticas públicas que se traduzcan en beneficios para sus militantes.
Insisto en mi convicción de que la fórmula más exitosa en política consiste en sumar y multiplicar. Las elecciones obedecen a una lógica de aritmética y a una geometría política, ambas ciencias exactas que superan racionalmente las posiciones ideológicas.