Quien ha visitado Guanajuato capital, ya sea durante su famoso festival o bien un fin de semana, seguramente ha tenido la oportunidad de disfrutar los entremeses cervantinos que desde 1953 se presentan en la plaza de San Roque, Rinconete y Cortadillo, el Juez de los divorcios o El Retablo de las Maravillas, mi favorito.
En fin, aunque este sea el año de Cervantes por su cuadragésimo centenario no podemos olvidar a Lope de Rueda, quien, junto al manco de Lepanto, iniciaron el entremés como pieza teatral de divertimento, es decir, los dramas eran muy largos y para que el público (antes llamado vulgo) no se aburriera, y saliera del teatro antes del final, apreciaban una trama simple, fresca y cómica un entremés, una pieza entre actos corta y divertida.
El entremés, además de despejar al público y mantenerlo en la butaca también servía de plataforma para que actores no reconocidos pudieran comenzar sus pininos en el teatro antes de un gran protagónico. Lo mismo sucede en la plaza de San Roque donde compañías teatrales independientes y estudiantiles dan vida a los personajes de Cervantes para deleitar a los turistas.
Y es que, en la época de Cervantes y Rueda así como en la nuestra el poder llegar a ser un actor dramático reconocido es muy difícil; como en todo hay monopolios y favoritismos lo que ocasiona que mucho talento no tenga un escenario donde recrear personajes y cautivar audiencias, si a eso le sumamos que cada vez es mayor el número de actores o egresados de las escuelas de actuación, tenemos un problema de colocación.
Imagine usted, si en las universidades ofertan la carrera de teatro y los papeles de las obras están ya designados ¿dónde podrán estos ejercer? Sobre todo en ciudades tan pequeñas como la nuestra con mínima afición al teatro por los costos y los foros. No todos podrán colocarse como profesores de teatro y quizá tampoco sea esa la finalidad.
Un problema más de los artistas dramáticos es que si fundan una compañía de teatro pocas veces al año pueden presentar alguna obra, pues el montaje es caro y trabajar altruistamente tiene severas repercusiones en la economía personal para pagar los vestuarios, caracterizaciones, etc.
Aguascalientes no cuenta con un industria dedicada a las artes escénicas como tal y no es tan sencillo el lograr pagar la renta de un teatro y de la producción si no están estas auspiciadas por patrocinadores, lo que provoca que si una obra de teatro se presenta sean pocas sus funciones, pues no son rentables.
¿Cómo podemos crear espectadores ante tales problemas? No hay recursos para los montajes y los costos no son asequible para el público sin dejar de excluir a la temática, eso también es un factor importante pues no hablo de ver en el teatro Romeo y Julieta, sino lo que nos interesa a los Aguascalentenses.
Sin grandes foros y con severos problemas culturales trajeron a nuestra ciudad la propuesta de Microteatro, una versión moderna del entremés, en temática más con la misma estructura, tramas simples y breves.
Esta propuesta exhibe, de manera simultánea, varias micropiezas a la vez, todas bajo una misma temática a costos muy accesibles. Lo interesante es precisamente la temática, pues los entremeses eran dirigidos a público en general mientras que el microteatro, desde una perspectiva personal, va dirigido a adultos con el sexo y la sensualidad como ingredientes principales de la propuesta.
El microteatro es la respuesta a la necesidad de crear foros y espectadores, mas no espectadores comunes, sino a un público bien dirigido o amante de las cuestiones que propone el sexo o bien al poco que puede haber de mente abierta.
Para quienes saben o estudian teatro es muy fácil el aceptar el contextualizar un espacio como cabaret, sin embargo, para quienes se acercan al teatro esto puede ser un poco grotesco y alarmante. Basta ver la cara de los asistentes para saber que algunos de ellos no están preparados para dicha propuesta.
Las tramas son sencillas, bien producidas y actuadas. Los jóvenes actores egresados de las universidades que ofertan artes escénicas encuentran un lugar donde poder ejercer cuando los espacios estatales están cerrados a las manifestaciones teatrales por los papeleos y tanta cosa que al final hace imposible el obtener un espacio.
La propuesta soluciona el problema de los espacios para hacer teatro, si no todos somos abiertos de mente quizá sería interesante el presentar temáticas distintas, microteatro para niños con cuentos infantiles en una metavisión nueva, microteatro de Julio Verne, Pablo Neruda, Sabines, Juan Rulfo, Federico Reyes Heroles.
Para crear espectadores las piezas teatrales de 15 minutos son idóneas, sobre todo para fomentar el teatro en los niños, esperemos entonces ver tanta diversidad de temas en el microteatro como en los entremeses, quizá, ya cercanas las elecciones, podamos deleitarnos con algunas breves sátiras políticas, en abril retomar un lado más sano de la feria y no tan embriagante, en fin, con una buena pluma todo puede ser llevado a escena.
Si uno no es mocho y no se escandaliza por las cuestiones sexuales visitemos la sede de microteatro Aguascalientes, es divertido, pero si el corazón es mocho, como dicen que son muchos por aquí, entonces recomiendo rentar una película de dibujos animados infantil, taparse los ojos si ve a esas artistas depechugadas en las revistas o disfrazarnos para que nadie nos reconozca en la sala de microteatro por si el morbo le ganó a la cuestión de ser un poco persignado.
Laus Deo