- En dos años se logró reforzar la ruta del vino del bajío con Querétaro y Guanajuato
- El 70% del turismo que no busca destinos de sol y playa está en la zona centro-occidente
Compartir los esfuerzos entre la región centro-occidente le ha permitido a la Secretaría de Turismo del estado (Secture) atraer mayores beneficios, tanto en derrama económica como en activación de la producción vitivinícola. Durante los últimos dos años (2014-2015) se llevaron a cabo trabajos para reforzar la ruta del vino del bajío, considerada como la segunda más importante del país (después de Baja California), entre Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes se concentra el resto de la producción de vino mexicano.
Alejandro Ponce Larrinúa, secretario de Turismo de Aguascalientes, destacó que el 2015 fue un año que permitió al estado superar todos su records en materia de turismo y de relaciones con otras entidades lográndose concretar como el estado mayor beneficiado por la Secretaría de Turismo federal, especialmente por medio del convenio Proderetus, con 247 millones de pesos.
En conjunto con el Consejo de Promoción de Turística y programas federales como el de turismo religioso, turismo cultural y turismo gastronómico, Aguascalientes se identificó como la entidad con mayor crecimiento en el sector: “la unión de los esfuerzos es vital para la promoción de los destinos turísticos, en nuestro caso los del centro del país nos unimos para contender contra destinos importante de sol y playa”, esto llevó a mejorar la afluencia de turistas a lo largo del año y no sólo durante la Feria Nacional de San Marcos o el Festival de Calaveras.
En conjunto con Guanajuato y Querétaro se trabaja la campaña de la ruta del vino considerando la reactivación de este sector en el país, ya que el funcionario recordó que apenas hace 10-15 años se exportaba el 95% del vino mexicano, mientras que al cierre del segundo semestre del 2015 se reportaba que sólo el 70% se exportaba, pues el resto se consume entre los más de dos millones de habitantes del país. “sin duda ya hay una mayor cultura del vino y de interés por conocer los cultivos”, esto causó que las tres entidades unieran esfuerzos políticos y de administración pública acompañados de programas federales como el de Tesoros Coloniales (en conjunto con Zacatecas), la Ruta Religiosa o la Ruta Gastronómica.
Ponce Larrinúa destacó que del turismo que no busca destinos de sol y playa el 70% se ubica en la región Centro-Occidente, razón por la cual se decidió comenzar con la unión de esfuerzos y crear itinerarios compartidos con recorridos turísticos que les permitan consumir los productos de estados similares y cercanos: “el fin de esta manera de trabajo es que se concrete una región con mayor fuerza y presencia porque el beneficio no es para uno solo sino para todos los que participamos”.
El funcionario estatal puso énfasis en que este incremento de turistas por trabajo compartido ha causado que la entidad crezca en la oferta de cuartos; el registro muestra un 19% más cuartos que en 2010, pero con un incremento de ocupación hotelera de poco más del 20%, lo que significa que, tanto los establecimiento ya existentes como los nuevos, se mantienen activos a lo largo del año y no sólo en fechas de temporada alta como sucedía hace cinco años.
Además de la ruta del vino, durante el 215 la Secture reforzó el programa de Pueblos Mágicos con el nombramiento de uno más: San José de Gracia. Esto significa un gran reto para la entidad por ser un estado con sólo once municipios: “es un estado pequeño en comparación con otros estados de la República, es un reto pero bien merecido porque durante muchos años se han esforzado por tener esa vocación”. La región centro cuenta con 47 denominaciones de pueblos mágicos, de los cuales San Luis tiene dos, Zacatecas cinco, Nayarit uno, Jalisco cinco, Colima uno, Guanajuato cinco, Querétaro cuatro, Michoacán ocho, Estado de México cinco, Morelos dos, Hidalgo cuatro, Tlaxcala uno y Aguascalientes tres.