- Escribió argumentos y textos poéticos que sirvieron a las cintas El despojo, El gallo de oro y La fórmula secreta
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, conocido como Juan Rulfo (Sayula, Jalisco, 16 de mayo, 1917- Ciudad de México, 7 de enero, 1986), es un escritor que con una breve obra se constituye en un pilar de la literatura mexicana y universal; publicó su libro de cuentos El llano en llamas (1953), compuesto de 17 pequeños relatos, y la novela Pedro Páramo (1955).
Las dos historias referidas fueron llevadas al séptimo arte, pero independientemente de estas adaptaciones, Juan Rulfo escribió argumentos y textos poéticos que sirvieron de base a las cintas El despojo (1960), El gallo de oro (1964) y La fórmula secreta (1964).
Para el cortometraje El despojo, dirigido por Antonio Reynoso, de once minutos de duración, Juan Rulfo creó completamente el guión y el argumento, para ello el escritor mexicano recreó incidentes y urdió diálogos sobre la marcha, en dicho material participó el actor Jorge Martínez de Hoyos.
La historia de una mujer embarazada (Patricia Conde) que llega a un pueblo donde asesina a un viejo cacique es desarrollada en Paloma herida (1963), filme dirigido por Emilio El Indio Fernández, quien junto con Juan Rulfo es coautor del guión.
La fórmula secreta (1964), también conocida como The secret formula o Coca Cola en la sangre, es un mediometraje del mexicano Rubén Gámez sobre un guión de Juan Rulfo. El filme, considerado experimental, así como un ensayo poético, alude a los mitos ancestrales, coloniales, hispánicos y modernos, que enajena la individualidad del mexicano de ese entonces.
El destacado escritor en el género de realismo mágico también es autor del guión de El gallo de oro (1964), dirigida por Roberto Gavaldón. Fue coescrita junto con Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y el director. El filme cuenta la historia de un pobre pregonero que tras encontrar a un gallo dorado logra ganar una pelea de gallos y enamorarse de la amante del dueño del contrincante de su animal. Participaron con sus actuaciones Ignacio López Tarso, Lucha Villa y Narciso Busquets.
De este filme se realizó otra versión en 1986 con el título de El imperio de la fortuna, dirigida por Arturo Ripstein, en la que actuaron Ernesto Gómez Cruz, Blanca Guerra y Alejandro Parodi.
Sus cuentos llevados al cine
El filme Talpa (1956), del director Alfredo B. Crevenna, es una película dramática protagonizada por Lilia Prado, Víctor Manuel Fernández, Leonor Llausás y Jaime Fernández, la cual participó en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 1956, cuya historia es una adaptación a un relato de Juan Rulfo.
La historia de Pedro Páramo (1967) fue llevada al cine con la dirección de Carlos Velo. La historia adaptada del clásico de Juan Rulfo en la que Juan Preciado busca a su padre en Comala, fue protagonizada por Carlos Fernández, John Gavin, Pilar Pellicer, Claudia Millán, Jorge Rivero e Ignacio López Tarso.
Posteriormente, en 1978, José Bolaños ofrecería una nueva versión cinematográfica de la historia de Pedro Páramo, en esta revisión actuaron Manuel Ojeda, Abelardo San Miguel, Venetia Vianello, Bruno Rey, Narciso Busquets y Blanca Guerra.
La película El rincón de las vírgenes, dirigida por Alberto Isaac en 1972, es una adaptación de los cuentos Anacleto Morones y El día del derrumbe, incluidos en El llano en llamas.
Otros filmes basados en cuentos de Juan Rulfo son Ignacio (1975), de François Reichenbach, cuyo guión fue de Carlos Fuentes; el drama rural Diles que no me maten (1985), de Freddy Siso; Rulfo aeternum (1992), de Rafael Corkidi, una adaptación del cuento La herencia de Matilde Arcángel.
Además de guionista y de que algunas de sus historias fueran llevadas a la pantalla grande, Juan Rulfo también fue cinefotógrafo y asesor histórico, esto en la filmación de La escondida (1955), de Roberto Gavaldón.
Mientras que en 1964 Alberto Isaac lo incluyó como extra en la cinta En este pueblo no hay ladrones, película basada en un texto de Gabriel García Márquez –quien ayudó con el guión– y donde también actuaron Carlos Monsiváis, Arturo Ripstein, Luis Buñuel y José Luis Cuevas.
El escritor más leído
A tres décadas de su fallecimiento, diversas generaciones de lectores y escritores no dejan de acercarse a los libros de Juan Rulfo, lo cual se refleja en la continuidad de las diversas publicaciones en español y en otros idiomas.
Ya sea en inglés, francés, alemán, portugués, holandés e italiano, serbocroata, ucraniano, griego y hasta chino, japonés, turco, hebreo y árabe, los títulos de Juan Rulfo ocupan un lugar fundamental en la literatura universal, convirtiéndose en uno de los escritores mexicanos más leídos y estudiados en nuestro país y el extranjero.
El escritor jalisciense alcanzó el reconocimiento internacional con la publicación del libro de cuentos El llano en llamas y la novela Pedro Páramo, aunque también se reconoce su papel como uno de los maestros de la lente del siglo XX.
De acuerdo con información de la Fundación Juan Rulfo, fue en la década de los cuarenta, cuando realizó la escritura de sus primeros textos literarios, algunos de ellos publicados en la revista América de la Ciudad de México en 1945, y Pan, editada en Guadalajara.
A estos cuentos se sumaron ocho para la edición de 1953 como resultado de su beca en el Centro Mexicano de Escritores. En 1955 publicó dos más en un suplemento cultural, incorporándolos a la colección de El llano en llamas en 1970, que actualmente consta de 17 cuentos: Nos han dado la tierra, La cuesta de las comadres, Es que somos muy pobres, El hombre, En la madrugada, Talpa, Macario, El llano en llamas, ¡Diles que no me maten!, Luvina, La noche que lo dejaron solo, Paso del norte, Acuérdate, No oyes ladrar los perros, El día del derrumbe, La herencia de Matilde Arcángel y Anacleto Morones.
El cuento Luvina ha sido considerado un precursor de Pedro Páramo, mientras Diles que no me maten o No oyes ladrar los perros son incluidos entre las obras maestras del cuento en toda la historia de la literatura universal.
En 1952 la primera de dos becas consecutivas (1952-1953 y 1953-1954) que le otorgó el Centro Mexicano de Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien fue sin duda la persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 El llano en llamas (donde reúne siete cuentos ya publicados en América e incorpora otros ocho) y, en 1955, Pedro Páramo (novela de la que publicó tres adelantos en 1954, en las revistas Las Letras Patrias, Universidad de México y Dintel).
“En 1958 termina de escribir su segunda novela (muy breve) El gallo de oro, la cual se publicará hasta 1980. En 2010 aparece la edición definitiva de esta última obra, después de una revisión cuidadosa del original que permitió eliminar errores e inconsistencias de la versión previamente conocida”, señala la información de la Fundación Juan Rulfo.
Sobre su trabajo han reflexionado los escritores Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Carlos Fuentes y José María Arguedas, entre otros. También los críticos Emmanuel Carballo, Carlos Blanco Aguinaga y Joseph Sommers, entre otros.
“El escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros, y que por eso me era imposible escribir sobre él, sin que todo esto pareciera sobre mí mismo; ahora quiero decir, también, que he vuelto a releerlo completo para escribir estas breves nostalgias y que he vuelto a ser la víctima inocente del mismo asombro de la primera vez; no son más de 300 páginas, pero son casi tantas y creo que tan perdurables como las que conocemos de Sófocles”, aseguró Gabriel García Márquez en un texto leído en 2003 en el marco del 50 aniversario de la primera edición de El llano en llamas.
Jorge Luis Borges escribió en 1985: “Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aún de la literatura.”
Las dos últimas décadas de su vida, Juan Rulfo las dedicó a su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista, donde se encargó de la edición de una de las colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de México.
En cuanto a su labor como fotógrafo, Rulfo publicó por primera vez sus imágenes en 1949 en la revista América y en 1960 expuso en Guadalajara una pequeña colección. Fue en 1980 con una exposición en el Palacio de Bellas Artes cuando un público más amplio tuvo un acercamiento a esta parte de su creación.
En 2001 se publicó el libro-catálogo México: Juan Rulfo fotógrafo y en 2002 se lanzó Juan Rulfo, letras e imágenes, con textos suyos sobre la historia y la arquitectura de México y una selección de sus fotografías de edificios mexicanos de diversas épocas.
A principios de 2006 se presentó el libro de pequeño formato Juan Rulfo, fotógrafo, con una selección de imágenes y estudio preliminar de Andrew Dempsey. En 2007 se dio a conocer Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, coordinado por Víctor Jiménez, Alberto Vital y Jorge Zepeda, con ensayos sobre la fotografía de Rulfo por Carlos González Boixo, Daniele de Luigi y Lon Pearson.
En 2009 se lanzó otro libro de pequeño formato, Juan Rulfo: Oaxaca, con 50 imágenes tomadas en la década de los cincuenta en este estado del país y en 2010 apareció el libro 100 fotografías de Juan Rulfo.
Con la finalidad de cuidar y difundir el legado artístico de Juan Rulfo, en 1996 fue constituida la Fundación Juan Rulfo, la cual tiene bajo su custodia los manuscritos y fotografías originales del autor, cuyo estudio, preservación y clasificación lleva a cabo de manera permanente para permitir su mejor consulta y difusión.