- Necesario un gobierno abierto no sólo de etiqueta, sino en los hechos, consideran la participación ciudadana como herramienta de transparencia
- La asociación civil Para que tú Avances organiza Foro de Transparencia y Lucha Anticorrupción
La participación ciudadana como herramienta para fomentar la transparencia gubernamental en el sistema político mexicano, fue una de las premisas expuestas durante la realización del Foro de Transparencia y Lucha Anticorrupción, organizado por la asociación civil Para que tú Avances.
“El tema de transparencia no es un asunto de moda, ha sido mal utilizado. Debemos ya no ocupar tanto tiempo en crear sistemas legislativos y en el llenado de páginas. Hay que llevar a cabo una transparencia proactiva que solucione problemas sociales. Tenemos que voltear hacia algo llamado “gobierno abierto”, pero no un esquema de apertura sólo de etiqueta, sino un esquema en donde los principales elementos sean la transparencia más la participación ciudadana, es decir, la transparencia quiso avanzar como una isla sin tocar la participación. De nada sirve tener páginas abarrotadas de información y un sistema de información que responda solicitudes, si solamente a nivel nacional el 6 por ciento de los ciudadanos se acercan a este sistema”, señaló durante su participación Víctor Peña, investigador del Colegio de Sonora y autor de diversos libros sobre buenas prácticas en las políticas públicas.
Para el investigador, las transparencia en México ha sido mal utilizada por los gobiernos a fin de ganar condecoraciones sin convertirse en órganos abiertos y de transparencia.
“La transparencia ha dejado de ser una arma de la población para conocer a sus gobiernos y se ha transformado en un escudo de los gobiernos para ganarse la legitimidad, a partir de las distintas certificaciones por las cuales se puede competir. El asunto no es menor, qué bueno que se promuevan con reconocimientos, premios y mejores prácticas como incentivo, pero en la externalidad nos lleva a la preocupante situación de que puede haber gobiernos con muchas medallas, muchos diplomas, reconocidos por muchas instituciones de todo tipo y al mismo tiempo no resolver los problemas que dan origen al beneficio de la transparencia. La norma es necesaria pero no es suficiente, podemos legislar hasta en los detalles pero no por eso vamos a resolver lo que originalmente encontrábamos como un problema. Modificar la constitución no es el arreglo, no sólo es la parte normativa, sino en la gestión”.
Al evento también asistieron Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana y uno de los impulsores de la iniciativa ciudadana 3de3, en donde los titulares de los gobiernos y poderes legislativos de las entidades y en el ámbito nacional, fueron invitados a transparentar sus bienes con el objetivo de eliminar prácticas como el enriquecimiento ilícito.
Bohórquez López señaló que la presión social hizo de 3de3 una arma de transparencia de la sociedad, que no se limitó a lo especificado en la ley: “Todavía no es una obligación de ley y ha sido por la exigencia social que las distintas fuerzas políticas del país se han sumado. Los tres presidentes de los tres principales partidos ya se tuvieron que sumar, en 2015 no hubo un solo gobernador que se eligiera que no tuviera que hacer pública su declaración antes de tomar posesión. Es una obligación social que tiene sentido porque es una exigencia del elector, no sólo un asunto de la ley. Lo que hay que pedir a los candidatos en los estados en los que siguientes años es que vayan más allá de lo que está en la Constitución, es parte de la competencia electoral”.
Francisco Torres Landa, integrante de la fundación México Unido contra la Delincuencia, y quien es uno de los cuatro promoventes del amparo presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para el cultivo de la mariguana que trascendió en el ámbito nacional por haber sido aprobado; expuso durante su intervención diversos datos duros de burocracia, desvío de recursos y servicios públicos deficientes. Explicó que el problema de la transparencia en el país no se basa sólo en no conocer los datos, sino que no existen herramientas para contrarrestarlos, castigarlos y erradicarlos; mismos que pueden provenir de propuestas y exigencias ciudadanas.